El consumo de legumbres se ha reducido un 74% en los últimos 60 años. ¿Las causas? Entre otras, el falso mito de que son calóricas.

FUENTE: La Razón

Las legumbres son consideradas como uno de los alimentos más completos. Su composición reúne prácticamente todos los nutrientes. Sin embargo, este grupo es uno de los grandes olvidados. «Si en los años 60 su consumo rondaba los 41 gramos por persona y día, en hoy sólo comemos una media de 10,6 gramos. Es decir, la ingesta de legumbres ha disminuido un 74%» afirma el presidente de la fundación Española de Nutrición, Gregorio Varela, que presentó ayer el «Informe sobre Legumbres, Nutrición y Salud». Como alerta Varela, este descenso en el consumo de legumbres no beneficia a la salud. La disminución del consumo se debe, según los expertos, a la rápida evolución de los hábitos alimentarios de la población española, en los que se ha visto un progresivo abandono de alimentos básicos y tradicionales a favor de otros mucho más elaborados y trasformados.

¿Qué ventajas aportan? Las legumbres son alimentos de origen vegetal, con un alto contenido proteico. Además son especialmente ricas en hidratos de carbono y con un bajo índice glucémico –por tanto, es un grupo de alimentos adecuado para personas con diabetes–. Contienen fibra y su contenido en grasa es muy bajo, a excepción de la soja, cacahuetes y altramuces. También aportan minerales como: calcio, hierro, magnesio, fósforo, zinc, potasio y vitaminas como tiamina, riboflavina y ácido fólico –esta última especialmente en los garbanzos–. Por último, son ricos en antioxidantes y otros componentes bioactivos. Además, se pueden almacenar durante meses sin que pierdan su valor nutricional.

Según la nutricionista Ana María Montero, «el consumo de este tipo de alimentos se apartó de las dietas porque existía un falso mito que atribuía a las legumbres una alta carga calórica. Por ello, la población pasó a consumir proteínas de origen animal». La nutricionista hizo mención a la nueva pirámide alimenticia, que se basa en el consumo alterno de carnes magras, pescados, legumbres, huevos y frutos secos.

Según el estudio Anibes se observa un mayor consumo en personas mayores frente a los grupos más jóvenes. Por sexos, los hombres consumen mayor cantidad que las mujeres. Igualmente, supone tan sólo el 2,2% de la energía total consumida en la dieta. Esta cifra varía según la edad: del 2% en niños y adolescentes al 2,9% en adultos. Las legumbres en nuestra dieta nos aportan el 3,3% de las proteínas que consumimos, sólo el 0,5% de las grasas y el 3,2% de los hidratos de carbono. Por otro lado, el aporte de fibra de este grupo representa el 9,4% del total consumido. Su importancia quedó reflejada el año pasado, cuando se celebró el Año Internacional de las Legumbres por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

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