Las últimas innovaciones eliminarán las limitaciones biológicas de las personas

FUENTE: Vanguardia

Parece que hablan de una película de ciencia ficción, de esas con superhombres y supermujeres que viajan sin viajar, que hablan sin hablar, en la que todo está conectado a un gran ordenador central dirigido por el cerebro humano (o eso espero). Pero no, ellos aseguran que no, que es el futuro inmediato, tan inmediato que apenas pasará una década para que ese mundo de Matrix sea una realidad. “¿De verdad?”, pregunta incrédulo un oyente. Sí, aseguran tajantes. La nueva revolución ya está aquí. Y el auditorio se remueve inquieto. Lo desconocido provoca vértigo.

Este es el ambiente que se vivió en la primera jornada sobre El hombre aumentado o el hombre 2.0, un evento que aglutinó a expertos profesionales y profesores del Instituto de Marketing Digital de ESIC, donde esbozaron las tendencias y oportunidades de la siguiente revolución digital.

El siguiente paso de la evolución es una combinación entre persona, tecnología y ciencia: el humano 2.0

A juicio de los ponentes que allí participaron, el siguiente paso de la evolución de la humanidad no requiere de miles o millones de años. Se vivirá durante los próximos años y es una combinación entre humano, tecnología y ciencia: el humano aumentado.

Pero ¿de qué hablan cuando se refieren al hombre 2.0? La respuesta la da Pedro Diezma, director general de Zerintia Technologies, y uno de los mayores expertos a escala mundial en tecnología vestible (wearable technology) e internet de las cosas: es el ser humano que ha integrado en su vida diaria todos los avances tecnológicos, lo que le dota de unas capacidades inimaginables en este momento.

Y comienza a poner ejemplos, como ese hombre ciego que podrá moverse con libertad absoluta gracias a un dispositivo que le permitirá circular sin chocar, como si fuera un murciélago. O ese profesional con un chip implantado que almacena toda la información que precisa para el desempeño de su trabajo, o el enfermo de diabetes que cuenta con un dispositivo que le mide cada segundo el nivel de azúcar, y le administra insulina cuando lo requiere... “No estoy hablando del futuro. Esto ya está aquí”, aclara el experto.

Alguien del público pregunta si no estaremos jugando a ser Dios. Diezma no lo cree. De hecho, asegura que el hombre lleva avanzando y aprovechando el conocimiento desde el inicio. “Si con nuestras habilidades hemos llegado hasta aquí, con las nuevas tecnologías no sabemos adónde llegaremos”.

La realidad virtual transformará la educación, ­ampliando la adquisición de los conocimientos

Pero lo que está claro es que la revolución ya está aquí, es imparable. “La tendencia para potenciar las capacidades humanas ha llegado para quedarse” y en los próximos meses “veremos un conjunto de tecnologías y ciencias orientadas a mejorar habilidades y reforzar nuestras debilidades. Además, impactarán en diferentes áreas de nuestra vida incrementando la productividad, ayudándonos con nuestra salud y optimizando el rendimiento deportivo”, indica.

Raúl Arrabales, científico cognitivo autor de numerosos estudios y publicaciones relacionadas con la inteligencia artificial y la robótica, así como del blog de referencia Conscious robots, tranquiliza a quienes se preguntan cómo evolucionará el ser humanos dependiente de las máquinas. “Ya vivimos con ellas”, señala. Gracias a ellas hemos ampliado, por ejemplo, la memoria. ¿Quién se sabe el número de teléfono de su mejor amigo? Pocos, pero lo tenemos en el móvil. Ese y 300 más. El móvil es la mente extendida.

El futuro del hombre se dibuja casi con superpoderes gracias a las nuevas tecnologías. Pero ¿cómo será el mundo laboral? En este punto, las previsiones son menos maravillosas.

“En cinco o diez años, la gran mayoría de los que están en este auditorio no tendrá el mismo trabajo que tiene ahora”, vaticina el ingeniero Isaac Prada y Nogueira, socio director en Keelwit. Generalizando, desaparecerán los que requieran menos cualificación. Pero no sólo esos. De hecho, nombró los trabajos mecánicos de oficina, los relacionados con la logística, comerciales, redacciones de medios de comunicación, contabilidad y registros y médicos.

“En realidad, todo se transformará. Todos los sectores”, indicó. Y puso como ejemplo los avances en sectores tradicionalmente complicados para la robótica. El primero, la conducción autónoma. “Ya hay camiones de transporte de mercancía que circulan sin conductor en Estados Unidos, amenazando cinco millones de puestos de trabajo”, explica este ingeniero.

Otro sector es el de la construcción. “No hay dudas de que se creará un obrero 2.0. ¡Ya hay robots que están haciendo encofrados!”, exclama Prada, uno de los creadores del túnel de viento Madrid Fly, un simulador de ­caída libre para hacer actividades de vuelo como el paracai­dismo.

Cambios que alcanzarán todos los ámbitos de la vida, incluso el deportivo. Darío Bengoechea, cofundador de Unikme Genetics, no entendía por qué una persona que corre cada día y hace lo mismo que otra obtiene mejores resultados. Indagó e indagó y así llegó a la relación entre genética y entrenamiento, y cómo a través de un sencillo análisis de la secuencia de ADN se pueden cambiar ciertos hábitos que potencian nuestras capacidades (no sólo deportivas, sino también en muchos otros aspectos coti­dianos).

Bengoechea está convencido de que en breve todos analizarán el ADN y se utilizará el conocimiento del cuerpo para aumentar las capacidades del ser hu­mano.

Pero si hay un campo en el que se avecina una verdadera revolución es en el de la educación, gracias al avance de la realidad virtual. Joaquín Ruipérez, director de Estudio Future VR, habló del aprendizaje acelerado gracias a la realidad virtual.

Algunas de las ventajas de este tipo de aprendizaje son la velocidad de la adquisición de conocimientos, la reducción de costes y, por supuesto, la profundidad del aprendizaje.

Ruipérez tiene claro que no se puede seguir enseñando con los métodos actuales, basados especialmente en la memoria, cuando se ha comprobado que la clave del aprendizaje es la interac­tividad.

Exoesqueleto y capacidad de mejorar

Andrés Quesada, portavoz de Technaid, expuso las diferencias entre los robots y los exoesqueletos. Mientras los primeros se diseñan y utilizan para liberar a los humanos de tareas y procesos no especializados, los segundos sirven para mejorar el rendimiento de las personas o acelerar su curación. En su charla sobre Robótica aplicada a la mejora de las capacidades humanas, profundizó en el mundo de los exoesqueletos, presentando el EXO H2 para rehabilitación neuronal, que es un proyecto del CSIC. El campo de aplicación de estos dispositivos es muy amplio, como el refuerzo o recuperación de capacidades del usuario (lesiones medulares, daños cerebrales...) o la mejora de las condiciones y potencialidades de trabajo de las personas aumentando su fuerza.

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas