Uno de los errores más frecuentes al aplicar la crema solar es no emplear la cantidad adecuada para mantener una buena protección y evitar el melanoma. Se estima que la medida óptima es de 2 mg/cm2

FUENTE: La Razón

El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso, siendo responsable del 80% de las muertes asociadas a un tumor maligno de la piel, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). A pesar de representar sólo el 4% de estos tumores, su incidencia está aumentando anualmente un 7%, sobre todo entre los jóvenes de entre 25-29 años. Cada año se diagnostican 5.000 nuevos casos de melanoma, la mayoría en personas entre 40 y 70 años.

Pero quizás, la más relevante de todas estas cifras sea que, en el 80% de los casos, este tipo de tumor puede prevenirse, algo en lo que hoy, Día Mundial del Melanoma, quiere hacerse especial hincapié. «Las campañas de sensibilización se realizan desde hace tiempo pero la incidencia del melanoma sigue subiendo poco a poco cada año. Todos vemos en el periodo estival como hay gente por la calle con quemaduras solares, cómo se expone a los niños al sol sin estar bien protegidos o personas que toman el sol a mediodía durante largo periodo de tiempo. Esto es un claro ejemplo de que la población no está concienciada», lamenta la doctora Corinne Granger, directora médica de ISDIN y directora de Innovación y Desarrollo. Y ¿cómo podemos protegernos de las radiaciones nocivas del sol?, ¿cuál es la forma correcta? Algunas cuestiones son de sobra conocidas, como que es necesario aplicar el fotoprotector 15-30 minutos antes de la exposición solar asegurándonos su completa absorción; que hay que repetir su aplicación cada dos horas si vamos a realizar una exposición prolongada o tras el baño, si nos secamos con una toalla o hacemos ejercicio físico o tenemos una sudoración profusa.

Sin embargo, uno de los errores más frecuentes que cometemos al aplicarnos la crema solar es no usar la cantidad adecuada para mantener una buena fotoprotección. «Emplear la mitad de dosis con factor de protección (SPF) 50 supone tener una protección equivalente a un factor 7,5» advierte la doctora Granger.

Los estudios para determinar el SPF se realizan empleando una dosis de 2 mg/cm2 de piel. Por ello, la aplicación de menos cantidad de fotoprotector conduce a una reducción significativa de la protección esperada. Por contra, aplicar crema solar en exceso no aumenta el factor de protección. Por eso lo importante es aplicar la cantidad recomendada de producto de forma homogénea y bien repartida por todo el cuerpo, sin olvidar las orejas, el cuello, el escote y las manos así como el empleo de bálsamos labiales fotoprotectores.

Se deben emplear fotoprotectores que cubran de la radiación UVB (SPF superior a 50+) y UVA (que este marcado en un círculo en el envase). Como recomendación general, en el caso de los spray deberíamos de pulverizar un mínimo de 15 veces hasta cubrir bien cada zona. «En caso de cremas, deberíamos aplicarnos lo que cabe en un dedo entero para la cara, y lo que cabe en seis dedos para el cuerpo (uno para cada extremidad, otro para la parte delantera y otro par la espalda)», explica directora médica de ISDIN.

Además de todo lo anterior, la doctora Granger destaca la importancia de la textura, ya que un producto que sensorialmente no guste por muy eficaz que sea no se usará y, por tanto, no obtendrá el resultado esperado. «Los consumidores deben disfrutar usando nuestros productos, de manera que los utilicen repetidamente. Pero cada persona tiene sus gustos. Es por eso que en ISDIN formulamos distintas texturas para cubrir todas las necesidades y preferencias, y garantizar, de esta forma, la reaplicación del fotoprotector de una manera adecuada para estar bien fotoprotegido», concluye la experta.
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