Científicos brasileños auguran nuevas aplicaciones de este pez en Ginecología

FUENTE: ABC

Ante la falta de recursos y las limitaciones burocráticas para tratar quemaduras en hospitales públicos, un equipo de médicos brasileños se unió en una investigación pionera en el mundo. Por primera vez, la piel de un animal acuático, la tilapia del Nilo, está siendo usada para tratar y curar quemaduras graves. Este grupo de científicos podría anunciar este mes de julio los resultados de nuevas experiencias, que pueden convertir a este pescado en una solución para una serie de tratamientos, en los que nunca se usó antes ninguna piel animal.

«Ya la usamos en todos los tipos de quemaduras, pero estamos usando este método en otras áreas, como la ginecológica. Realizamos tratamientos con éxito en casos de mujeres que nacieron sin vagina y descubrimos que podemos usar la piel en innumerables áreas», declaró a ABC el cirujano plástico Edmar Maciel, director del Instituto de Apoyo al Quemado de Fortaleza (IAQ), en el estado de Ceará, al norte de Brasil.

Maciel, que coordina el equipo interdisciplinar que ha desarrollado esta técnica, informó que los detalles de esta nueva investigación serán anunciados, pero asegura que las experiencias realizadas en la Maternidad Escuela de la Universidad Federal de Ceará (UFC), pueden abrir una nueva frontera.

Se tiraba a la basura

Según Maciel, el potencial de esta técnica fue descubierto por el médico Marcelo Borges, de Pernambuco, también al norte del país, al constatar que el 99% de la piel de la tilapia se echaba a la basura y el resto se usaba en artesanía. Borges y Maciel firmaron un convenio, en el que actualmente participan 60 investigadores, con el apoyo del IAQ, de la UFC, del Núcleo de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (NPDM), el hospital público Instituto José Frotay la empresa energética Enel, que financia las investigaciones.

La tilapia del Nilo, un pez de origen africano que puede vivir en agua salada y dulce, llegó al país brasileño en los años setenta, entrando exactamente por el estado de Ceará –donde se realizan las investigaciones–. A partir de ese punto se ha convertido en un pescado muy usado en la alimentación brasileña. La piel, que tiene colágeno en sus escamas y poca grasa, puede congelarse y usarse en un período de dos años, así como ya ocurre con la de cerdo.

«Brasil estaba atrasado por lo menos 50 años en el tratamiento de quemaduras y usaba pomada sulfadiazina de plata, que causa dolor, es incomoda, y no se usa más ni en Estados Unidos ni en Europa, donde se usa piel humana o de cerdo y rana», explica el médico. Entre otras limitaciones, Brasil tiene solo tres bancos de piel, de los trece que debería tener como mínimo, que dan abasto para apenas 1% de los tratamientos, entre un millón de personas que sufren quemaduras anualmente.

Buena humedad

Los descubrimientos de este equipo, sin embargo, han dejado a Brasil al frente del mundo en este tipo de cura heteróloga, con piel animal. «La piel de tilapia es superior a la del cerdo o de la rana, porque tiene colágeno tipo 1 semejante al de la piel humana, resistencia a tracción, lo que quiere decir que no se rompe cuando se tensiona, y buena humedad. Esos son los tres factores más importantes para una buena cicatrización de la piel», cuenta el cirujano.

Las investigaciones comenzaron hace tres años y los tratamientos hace uno, tiempo en el que ya fueron atendidos 60 pacientes con quemaduras de segundo grado. En la última etapa de las investigaciones, que comienzan ahora, serán atendidos 120 adultos y 30 niños.

Según el médico, los pacientes se preocupaban al comienzo y tenían muchas dudas sobre el olor y si la piel escamada se quedaría para siempre, pero al final, terminaban muy satisfechos con los resultados. «La piel funciona como un tampón, evitando la contaminación, la pérdida de líquidos. No tiene que cambiarse diariamente, como ocurre con vendajes, y además reduce el dolor, el tiempo de tratamiento y los costos».

Los investigadores brasileños ya realizaron las patentes dentro y fuera de Brasil y esperan el apoyo del Gobierno para llevar la técnica a los hospitales públicos, donde un 97% de los que se queman son pobres y no tienen acceso a salud particular. La visita reciente del ministro de Sanidad, Ricardo Barros, para conocer el proyecto, anima a los médicos brasileños, que tramitan el registro del producto en la agencia nacional de sanidad.

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