Enfermedad 8. Se combate con quimioterapia y también con los llamados ‘medicamentos inteligentes’ (solo atacan malas células).

Fuente: MEDITERRÁNEO

Es uno de los cánceres más desconocidos que existen y se diagnostica a más de 7.000 personas al año en toda España, según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica. Anualmente se detectan y tratan en Castellón 50 nuevos linfomas y más de la mitad de los pacientes logra curarse. Así lo confirma el doctor Raimundo García Boyero, hematólogo del Hospital General de Castellón y profesor de Medicina en el CEU, con motivo de la celebración del Día Mundial del Cáncer Linfático.

«Se trata de una proliferación de las células cancerígenas en cualquier zona del cuerpo y actualmente existen más de 60 tipos de ellos», explica García, quien trabaja en el diagnóstico, detección precoz y tratamiento de esta enfermedad desde la sección de Hematología y Hemoterapia del centro castellonense, unidad que él mismo dirige.

El sistema linfático es uno de los trece con los que cuenta el cuerpo humano y se encarga de transportar fluidos al torrente sanguíneo y de la defensa del organismo. Por ello, la enfermedad ataca, especialmente, al sistema inmunológico. La principal clasificación divide a los linfomas en dos tipos: de Hodgkin (minoritario) y de no Hodgkin (que representa el 70% de los casos y afecta a cinco de cada 100.000 habitantes).

Los linfomas pueden detectarse por la inflamación de ganglios, especialmente en el cuello y las axilas. Sin embargo, también pueden darse en zonas no visibles. «Algunos de los síntomas son el engrosamiento de los ganglios, cuadros de deterioro general, fiebre, falta de apetito y pérdida de peso o alteraciones en las analíticas», explica el doctor, que advierte de que no existe un perfil concreto de paciente.

Edades muy diversas

«La enfermedad afecta a personas de edades muy diversas, aunque en los jóvenes el tratamiento puede ser más agresivo y eficaz», añade García, quien ha detectado un alza de linfomas cerebrales en los últimos tiempos. «Ahora diagnosticamos y tratamos una media de cuatro o cinco al año en el Hospital General. No parece mucho en términos generales, pero es un tipo del que antes solo veíamos un caso», dice.

Sobre el tratamiento, el linfoma se combate con quimioterapia y con medicamentos inteligentes, los que solo atacan a las células malas. El proceso dura entre seis y nueve meses, aunque el seguimiento alcanza los cinco años. Las posibilidades de recaída son bajas.

 

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