Una investigación dirigida por el científico de Sax Francisco Iborra halla una causa de por qué unas células mueren y otras sobreviven. Puede ser la clave para entender por qué unas células tumorales son más resistentes que otras a los tratamientos con quimioterapia.

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Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), dirigidos por el investigador de Sax Francisco Iborra, han descubierto que las células tumorales que contienen un elevado número de mitocondrias son más sensibles a la quimioterapia. Este hallazgo, que ha sido publicado en la revista Nature Communications, abre la puerta al diseño de tratamientos personalizados más eficaces a la hora de atajar el tumor.

Según explicó ayer Iborra, «desde hace años se sabe que las células tumorales no responden de la misma manera ante un tratamiento de quimioterapia. Algunas mueren y otras sobreviven y son capaces de regenerar el tumor». Hasta ahora, este fenómeno era atribuido a causas genéticas. Los investigadores del CNB han trabajado con una población de células genéticamente iguales y descubrieron que la respuesta de las mismas al tratamiento seguía siendo dispar. «Vimos que uno de los factores que controlan este fenómeno es la energía procedente de las mitocondrias», explica Iborra.

La razón de que unas células tengan más mitocondrias que otras reside en que el reparto no es equitativo durante la división celular. Usualmente una de las células hija recibe más mitocondrias de la célula progenitora. Los resultados de este trabajo indican que las células con más mitocondrias, presentan mayor cantidad de proteínas inductoras de la muerte celular. De este modo, las células con alto contenido mitocondrial son más propensas a morir a causa de fármacos antitumorales.

Este hallazgo puede ofrecer nuevas herramientas a la hora de elegir qué terapia asignar a un determinado paciente. «Esto es muy importante, porque el hecho de que un tratamiento de quimioterapia no funciona conlleva un gran daño humano y emocional y también supone un problema económico, porque la quimioterapia es cara», explica el investigador del CNB.

Por el momento, los estudios se han realizado sobre células tumorales en cultivo in vitro. Aunque los resultados se han contrastado con las muestras de biopsia de cuatro pacientes con cáncer de colon «y se ha visto la misma relación», afirma Iborra. En la validación de estos resultados ha participado el servicio de Anatomía Patológica de los hospitales de Torrevieja y Vinalopó.

Financiación

En estos momentos, los investigadores buscan la vía de financiación para poder ampliar el estudio a cientos de pacientes y verificar que estos resultados se repiten. «De esta forma se podrían diseñar terapias mejor enfocadas al paciente y diseñar nuevos tratamientos más eficaces», explica el investigador principal. Hasta el momento, añade, «carecíamos de biomarcadores que nos sirvieran para predecir la respuesta de las células tumorales a los tratamientos convencionales. Creemos que la masa mitocondrial podría ser un buen indicador de prognosis y predecir si un tratamiento será efectivo ante un determinado cáncer».

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