Según un nuevo estudio, lo que importa es la media total de horas

FUENTE: La Vanguardia

Se sabe que la falta de sueño está relacionada con un mayor riesgo de mortalidad. Los trasnochadores viven menos y además tienen más posibilidades de sufrir enfermedades como trastornos psicológicos, diabetes o afecciones respiratorias, debido a los desequilibrios que la falta de sueño genera entre el momento fisiológico interno y el externo y la consecuente alteración de las funciones biológicas.

A los noctámbulos, que tienen dificultad de adaptarse a la rutina laboral y para quienes dormir entre seis y ocho horas a diario entre semana es una utopía, les gustaría pensar que el sueño es como un banco y podemos acumularlo y pagar lo que debamos más adelante, cuando nos sea posible.

Y aunque la lógica nos sugiere que no tiene sentido y que lo sano es lo contrario, tener un horario de sueño regular, les traemos buenas noticias: un nuevo estudio concluye que dormir durante el fin de semana sí podría compensar la falta de sueño acumulada entre semana.

La investigación, realizada por miembros del Instituto de Investigación del Estrés de la Universidad de Estocolmo, analizó las causas de muerte de más de 43.000 adultos y encontró que aquellos menores de 65 años que solo dormían cinco horas o menos por noche, los siete días de la semana, tenían un riesgo mayor de muerte que aquellos que habían dormido seis o siete horas de forma regular; sorprendentemente, observaron también que aquellos que habían compensado la falta de sueño durante el fin de semana no tenían tasas de mortalidad más elevadas que los que sí habían dormido las horas suficientes y regularmente.

Los científicos llegaron así a la conclusión de que dormir poco entre semana no es un factor de riesgo para la mortalidad si se combina con horas de sueño normales o abundantes durante el fin de semana: es la media total de horas de sueño la que marca la diferencia. Sin embargo, conviene no tomar estas conclusiones al pie de la letra y recordar que el consenso y consejo general de los expertos sigue siendo el de tratar de tener un horario de sueño general, apropiado y consistente, sin alteraciones.

Y es que el equilibrio es lo más importante, así como la rutina: levantarse a las 6 entre semana y a las 10 los fines de semana causa el mismo efecto en nuestro cuerpo que el jet-lag provocado por un viaje. Si necesitamos paliar la falta de sueño acumulada entre semana al final de la misma, lo mejor, según los expertos, es acostarse antes en lugar de levantarse después, por muy incompatible que sea esto con nuestra vida social.

La neuróloga María Molina (Departamento de Neurología del Hospital Rey Juan Carlos), que recomienda, en la medida de lo posible, evitar o limitar cualquier alteración de nuestro ciclo circadiano vigilia-suelo, nos proporciona algunos consejos para lograrlo:

Consejos para dormir bien

  • Mantener un horario regular de sueño: acostarse y levantarse a la misma hora cada día
  • Reducir el consumo de café, té o bebidas energéticas: limitarlas a las primeras horas del día
  • Evitar el consumo de alcohol, sobre todo en las tardes y la noche
  • Realizar ejercicio físico de forma regular, aunque a ser posible no justo antes de la hora de irse a dormir
  • Buscar un espacio físico adecuado para dormir (cuarto oscuro, sin ruido)
  • Evitar el uso de teléfonos móviles, tabletas, etc., en la media hora antes de acostarse
  • Hacer ejercicios de relajación que ayuden a conciliar el sueño al acostarse
  • Terapia psicológica (para aquellas personas que presenten ansiedad o depresión que pueda estar contribuyendo a una alteración en su ciclo de sueño)
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