Los niños pequeños son la población más afectada por los meningococos

El meningococo es una bacteria que provoca infecciones graves y que tiene una destacada presencia en el calendario de vacunación infantil en España. Esta presencia viene dada también porque se vacuna para diferentes variedades de este patógeno y en diferentes épocas de la infancia.

Porque los niños pequeños son la población más afectada por los meningococos. Hay dos momentos donde hay mayor incidencia: uno es en los primeros cinco años de vida, sobretodo en el primer año, y después hay otro pico cuando se llega a las edades de los adolescentes y adultos jóvenes.

Las enfermedades que provocan estas bacterias son, por ejemplo, meningitis y sepsis (infección generalizada). La infección invasiva por meningococos tiene una mortalidad de alrededor del 10%. Es decir, de cada diez casos que se producen muere uno de los enfermos (se registran unos 500.000 casos al año en todo el mundo, con unas 50.000 muertes). Y, además, deja secuelas graves en entre un 20 y un 30% de los que sobreviven, como podrían ser amputaciones, cicatrices extensas o problemas auditivos.

Dado el interés que puede despertar en los padres una enfermedad con estas cifras y que puede afectar a sus hijos, es conveniente que los profesionales del ámbito sanitario puedan estar preparados para responder sus dudas y solicitudes de información sobre la lucha contra los meningococos.

Ante la gravedad de los resultados de padecer una infección de este origen se ha producido a lo largo de los años una lucha contra ello; y la mortalidad por enfermedad meningocócica, según explican desde la Asociación Española de Pediatría (AEP), se ha reducido drásticamente, pasando del 70-85% en la era anterior a los antibióticos, al 10-14% en el momento actual.

Se trata con antibióticos, como la penicilina, pero a veces la evolución de la enfermedad es tan rápida que no da tiempo a parar la infección. Por eso se destaca la importancia de reconocer y tratar de manera precoz la enfermedad. El periodo de incubación suele ser de 3 o 4 días. El diagnóstico puede resultar complicado porque los síntomas iniciales no son muy específicos, como fiebre y catarro de vías altas, y su evolución puede ser tan rápida como para desarrollar un cuadro de sepsis en pocas horas. También se puede desarrollar una meningitis, que tiene un pronóstico mejor que el de la sepsis meningocócica.

Desde la AEP, se considera que la vacunación es la mejor manera de controlarlo. Con esta medida se intenta que además de una protección individual contra el meningococo también haya una protección grupal que evite la circulación del patógeno. Porque puede haber un cierto número de personas que sean portadoras y que no desarrollen síntomas y, por lo tanto, no sepan que la llevan y se conviertan en factores para el contagio a otras personas.

Entre el 5 y el 10 por ciento de la población general es portadora asintomática y lleva la bacteria en la parte superior de su aparato respiratorio, y esta cifra aumenta en los adolescentes hasta un 25%, o incluso más si están en comunidades cerradas.

Las vías de transmisión son las secreciones respiratorias, a través de las conocidas como gotitas de Fluggë (unas partículas muy pequeñas que se expulsan al toser, estornudar, o hablar) de pacientes o de portadores sanos - este segundo caso se da con mayor frecuencia -.

TIPOS DE VACUNAS

Hay varias familias de meningococos con vacunas concretas como las destinadas a los tipos B y C, y también está la vacuna para los meningococos ACWY. En el calendario de vacunaciones sistemáticas del Comité Asesor de Vacunas de la AEP (CAV-AEP) se plasman actuaciones para cada una de estas.

La pauta para la vacunación contra el meningococo C en España consta de tres dosis de vacuna conjugada monovalente (MenC) que se reparten a los 4 meses de edad, a los 12 meses y a los 12 años. Este tipo está incluido en los calendarios de vacunación de todos los niños y adolescentes. En España, las vacunas que se pueden encontrar contra el meningococo C son NeisVac-C (de Pfizer), Menjugate (de GSK) y Meningitec (de Nuron Biotech). La incidencia de la infección por meningococo C se ha reducido un 87% después de la introducción de la vacuna, según los datos de los especialistas.

Por su parte, la administración de vacunas tetravalentes conjugadas contra los meningococos ACWY (MenACWY) a la población infantil está indicada en circunstancias especiales. CAV-AEP recomienda la administración de este tipo en adolescentes a partir de los 14 años que vayan a residir en países en los que la vacuna esté indicada a esa edad (como Estados Unidos, Reino Unido, Holanda o Italia); para mayores de 6 semanas de vida en caso de viajar a países con elevada incidencia de enfermedad meningocócica invasiva (EMI) relacionada con estos subgrupos del meningococo; o para mayores de 6 semanas de vida con factores de riesgo (como por ejemplo asplenia anatómica o funcional o un episodio previo de EMI). Son vacunas tetravalentes ACWY Nimenrix (Pfizer) y Menveo (GSK).

Por su parte, para el meningococo B hay vacunas monovalentes y el número de dosis sería variable. Desde la AEP se explica que “a la vista de la epidemiología actual de la EMI por serogrupo B en nuestro país y con la intención de proteger a la población más vulnerable (menores de 2 años), el Comité Asesor de Vacunas recomienda la vacunación sistemática de los lactantes a partir de los 3 meses de edad con una pauta 2+1. En caso de iniciarse la vacunación entre los 2 y los 3 meses de edad, se recomienda la pauta 3+1. Para el resto de las edades pediátricas, incluyendo la adolescencia, el CAV-AEP aboga también por su uso, pero haciendo una recomendación de tipo individual, con la idea de ampliar la protección personal contra la EMI”. Las dos vacunas que hay contra el tipo B son Bexsero (GSK) y Trumenba (Pfizer). Y la AEP recuerda que las dos vacunas no son intercambiables, por lo que las pautas deben completarse con el mismo producto.

En Europa los tipos, o serogrupos, predominantes son el B y el C, con el 74% y el 14% de los casos, respectivamente. En este continente se da 1,1 casos por 100.000 habitantes al año. Muy diferente es la situación en África, donde predomina el meningococo A y la incidencia es de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes al año.

Según explica la AEP, respecto a las reacciones adversas de las vacunas, estas son “muy seguras, la mayoría causan solo dolor e irritación en la zona de inyección y pueden causar fiebre”. Los casos de contraindicaciones absolutas para recibir las vacunas son si se ha dado un caso de alergia grave a una dosis previa de la vacuna o a alguno de sus componentes. Y la administración es intramuscular - en el muslo para los menores de 1-2 años y después en el hombro -, y pueden administrarse a la vez que la mayoría de las demás vacunas infantiles.

La edad es un factor de riesgo importante. Ya se ha comentado que es una enfermedad que se da sobre todo en niños pequeños, pero también existen otros factores asociados a un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad meningocócica, como hacinamiento, alcoholismo, fumadores pasivos o una enfermedad reciente o concomitante de vías respiratorias altas.

Ante las dudas de los padres sobre la vacunación de sus hijos e hijas contra los meningococos, como puede ser su inclusión en los calendarios de vacunaciones, sobre si están financiadas, o qué es necesario para que se apliquen se recomienda consultar con los/las especialistas.

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