Vigilar nuestro peso, evitar las mascotas o hacer ejercicios de respiración pueden reducir las posibilidades de sufrir un ataque. Además, se recomienda tener siempre un inhalador a mano.

FUENTE: ABC

En España, un 5% de los adultos y un 10% de los niños son asmáticos, según los últimos datos publicados por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Aunque el asma es una enfermedad crónica, los médicos aseguran que tomando ciertas precauciones, las personas que la padecen pueden vivir su vida con total normalidad.

El periódico británico «The Guardian» ha publicado siete consejos a seguir por las personas asmáticas:

Tener un inhalador a mano

Dos tercios de los ataques de asma pueden evitarse con facilidad. Al empezar a sentir los primeros síntomas, utilizar un inhalador puede parar en ese momento la reacción. Los médicos aconsejan que, en caso de tener que utilizar el inhalador más de tres veces por semana, se debe acudir al médico para revisar el tratamiento que se tiene referente a la enfermedad respiratoria.

Identificar los síntomas

Las personas que padecen asma suelen tener ciertas prácticas o indicios que les hacen más susceptibles a un ataque. Identificar y apuntar las cosas que pueden agravar los síntomas y evitarlos es esencial.

Vigilar nuestro peso

Varios estudios indican que la obesidad puede empeorar los síntomas e incluso agravar la enfermedad. Aunque todavía no se ha determinado la manera exacta en la que ambas cosas están relacionadas, los científicos apuntan a que puede ser por una inflamación de las vías respiratorias.

Cuidado con el polvo

El polvo puede empeorar gravemente los síntomas de las personas asmáticas. Por eso, recomiendan utilizar almohadas y colchones antipolvo así como tener especial cuidado en la limpieza del hogar.

Evitar las mascotas

Algunas personas asmáticas son sensibles a las proteínas de la piel de los animales, ya que estas pueden producir ataques de asma. Si se quiere tener una mascota en casa, se recomienda cepillar y bañar con regularidad al animal para minimizar la reacción.

Ejercicios de respiración

Las investigaciones sugieren que practicar ejercicios de respiración con regularidad, como por ejemplo el método Buteyko o el método Papworth, pueden reducir la necesidad de utilizar el inhalador . Aun así, se advierte de que estos métodos son un complemento de los medicamentos, no una sustitución.

Ejercicio moderado

El ejercicio es beneficioso para las personas asmáticas ya que mejora la eficiencia de los pulmones e impulsa el sistema inmune. Aun así, los médicos recomiendan que si se ha pasado mucho tiempo sin hacer deporte o si al hacerlo se sufren ataques de asma con facilidad, la actividad física se reduzca a ejercicios más moderados, como yoga, natación o paseos.

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