Los resultados, publicados en la revista Environmental Health Perspectives, muestran diferencias en función de la posición socioeconómica en los territorios estudiados.

FUENTE: Agencia Sinc

 

El nivel socioeconómico de las mujeres embarazadas determina los riesgos ambientales –como la contaminación del aire o el ruido– a los que se exponen en las ciudades, pero la naturaleza de la relación varía mucho según el entorno urbano en el que viven. Es la principal conclusión de una investigación en la que ha participado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación Bancaria ”la Caixa”.

El exposoma urbano es el conjunto de factores ambientales a los que una persona se expone en una ciudad a lo largo de toda su vida, como la contaminación del aire, el ruido, factores climáticos o el contacto con espacios verdes. La distribución desigual de estos factores ambientales en función de la posición social, económica o demográfica se conoce como inequidad ambiental.

El estudio, que forma parte del Proyecto HELIX y que ha sido publicado en la revista Environmental Health Perspectives, se propuso describir el exposoma urbano de casi 30.000 mujeres embarazadas de nueve ciudades europeas –Bradford (Reino Unido), Poitiers y Nancy (Francia), Sabadell, Valencia y Guipúzcoa (cohorte del Proyecto INMA-Infancia y Medio Ambiente, España), Kaunas (Lituania), Oslo (Noruega) y Heraklion (Grecia)–.

El trabajo relacionó el nivel socioeconómico de las participantes con 28 indicadores ambientales, como la exposición a la contaminación del aire (partículas en suspensión PM10 y PM2,5, y dióxido de nitrógeno, NO2) y al ruido del tráfico; así como la cercanía a espacios naturales, transporte público, instalaciones o zonas peatonales.

Resultados heterogéneos

Como en otras investigaciones realizadas hasta la fecha, los resultados fueron heterogéneos. Por un lado, en Bradford y Valencia las mujeres embarazadas con un nivel socioeconómico bajo vivían más expuestas a riesgos ambientales. Por contra, en Sabadell y en Oslo eran las mujeres de clase alta las que vivían en un entorno menos saludable.

“Este estudio nos ha permitido observar diferencias en función de la posición socioeconómica en las diversas ciudades estudiadas”, destaca Oliver Robinson, investigador del Imperial College London y primer autor de la publicación.

“Esto no necesariamente implica mayor exposición para las mujeres de clase más baja. En función de la ciudad y de las exposiciones estudiadas, las relaciones se dan en un sentido u otro”, apunta. “Nuestro estudio se centró en mujeres embarazadas y estas situaciones pueden contribuir a crear inequidades ambientales en la salud de la población infantil”, añade Robinson.

Xavier Basagaña, investigador de ISGlobal y coordinador del estudio, concluye que “estos resultados son importantes para las autoridades locales y planificadores urbanos ya que es necesario que entiendan la naturaleza de las inequidades ambientales en sus ciudades para mitigar sus efectos y reducir las desigualdades en salud”.

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