El desabastecimiento, forzado en ocasiones por los laboratorios para ganar más, afecta a medicamentos oncológicos y antibióticos

FUENTE: Levante EMV

 

El desabastecimiento continuado de fármacos que sufre desde hace meses el sistema sanitario español ha empezado a complicar la atención hospitalaria hasta el punto de que se han tenido que retrasar trasplantes de médula ósea a pacientes valencianos por la falta de medicamentos como el Melfalán, un anticancerígeno distribuido por Aspen Pharmacare. Es la cruda realidad confirmada por responsables de farmacia hospitalaria y hematólogos valencianos que han dado la voz de alerta sobre las consecuencias que esta escasez continuada de fármacos (unas 400 formulaciones según el recuento activo que hace la Agencia Española del Medicamento, Aemps) está teniendo en la atención de los pacientes en los hospitales valencianos.

La consecuencia más visible de este estrangulamiento del mercado (en muchas ocasiones por intereses económicos de los laboratorios) son los problemas para encontrar ciertas marcas en las oficinas de farmacias como el Nolotil o los medicamentos para el tratamiento crónico de la trombosis o las arritmias, como el Adiro o el Apocard. En estos casos, los farmacéuticos están capeando el temporal gracias a los genéricos pero el problema del desabastecimiento, cuando sucede en un hospital, no es tan fácil de solucionar. De ahí los problemas que se están dando en procesos graves como los trasplantes de médula.

«Está sucediendo y no debería ocurrir», reconocía ayer el jefe de Hematología del Hospital Clínico de València, Carlos Solano. El hematólogo dejaba claro, sin embargo, que el retraso en las intervenciones se hacía «dentro de las posibilidades que tenemos con cada paciente, porque hay una ventana de seguridad de un mes o mes y medio», pero, aún así, la falta de un medicamento no debería ser un condicionante. «No estamos en situación de riesgo en ningún caso, pero sí es un problema que no sabemos cómo solucionaremos en un futuro si se prolonga», añadió.

El peligro en pacientes agudos

Para el vocal de Farmacia Hospitalaria del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, Juan Pablo Ordovás, los retrasos en los trasplantes por la falta de Melfalán eran «un ejemplo llamativo» de afección a pacientes «pero hay 100 casos como éste que pasan todos los días» en los hospitales valencianos. Ordovás incide en que cuando los problemas de suministro de medicamentos llegan a los hospitales es, porque la situación es «grave». «Nosotros compramos a laboratorios directamente y somos los primeros en recibirlos fármacos. Podemos decir que es ya un problema de salud importante y que está teniendo impacto en la atención a los pacientes», añadió.

Al igual que sucede con el Melfalán, existen otros medicamentos oncológicos que tienen problemas de suministro «y no hemos llegado a suspender o retrasar tratamientos de quimioterapia pero sí tenemos que remover cielo y tierra para no hacerlo».

Según Ordovás, los servicios de Farmacia de los hospitales valencianos suelen recurrir primero a otros centros para conseguir los medicamentos que escasean. La alternativa es acudir al extranjero para conseguir el fármaco en cuestión, siempre que la Aemps lo haya autorizado ante la escasez en el mercado español, situación que se está dando cada día en más formulaciones. La última alternativa es recurrir a medicamentos equivalentes, una estrategia que no es posible en todos los casos. «Pasa por ejemplo en los antibióticos. Hablamos de fármacos concretos para pacientes que pueden llegar a estar en riesgo vital y que no suelen ser intercambiables por problemas como las bacterias multirresistentes», explicó.

De los fallos en fábrica al «secuestro» intencionado

La Comisión Europeainvestiga a Aspen por obligara comprar sus fármacos máscaros en el extranjero

Los motivos de la escasez en el mercado español de hasta 400 formulaciones son diversos: desde problemas en la fabricación hasta «secuestros» intencionados por parte delos laboratorios para aumentarsu rentabilidad. Este sería el motivo que estaría detrás de la falta de Melfalán y de otros cuatro fármacos oncológicos en el mercado español. Todos son distribuidos por Aspen Pharmacare, laboratorio que según desvelaba ayer El País, está investigado por la Comisión Europea por sus estrategias para intentar incrementar los precios de sus fármacos en países como España y que pasarían por forzar una subida so pena de retirarlos del mercado e incluso de destruir sus existencias. Los hospitales compran ahora los mismos medicamentos a Aspen en el extranjero a un precio muy por encima del inicial: el Melfalán se paga 19,6 veces más ahora que al precio pactado en España.

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