Medicamentos de uso diario, como ibuprofeno y paracetamol, y casi todos los antibióticos son seguros a la hora de dar el pecho.

FUENTE: Correo Farmacéutico

La mayoría de los medicamentos no están contraindicados en la lactancia materna, así que no suele ser necesario suprimir un tratamiento porque hay alternativas. Por tanto, hay que transmitir tranquilidad porque, en general, es más ventajoso para la salud continuar con la lactancia, buscando los medicamentos más aconsejables en cada caso, como han explicado a este periódico Silvia Moyano, miembro del Grupo de Lactancia del COF de Tarragona y coautora de la web www.e-lactancia-org, y Concha Surribas, miembro del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Lo cierto es que las mujeres son cautelosas, preguntan sobre la compatibilidad de seguir un tratamiento y cumplen las indicaciones. “Ante la duda, prefieren soportar los síntomas y no tomar medicación que desconocen si pueden o no tomarla”, comenta Surribas. Sin embargo, la mayoría de los medicamentos son seguros. Para que un fármaco cause problemas, primero se tiene que absorber y después excretar a través de la leche, lo que sucede con pocos”, explica Moyano. Hay que tener en cuenta –añade Surribas– que, en el caso de que pasen a la leche materna, la dosis suele ser menor del 1 por ciento, “por lo que tanto la acción del fármaco como los efectos secundarios se reducen a menos del 1 por ciento”.

Los prohibidos

Pueden entrañar peligro para el recién nacido los medicamentos con grandes cantidades de yodo(povidona yodada tópica, amiodadora, etc.) por la posibilidad de inhibir la función tiroidea del niño. Así, la mayoría de los inmunosupresores antineoplásicos están contraindicados por el riesgo de inmunosupresión del lactante. Desde la AEP se señalan como menos peligrosos prednisona, azatioprina, tacrólimus y ciclosporina.

Algunos analgésicos con riesgo elevado son el metamizol por posible agranulocitosis y relación con leucemia en el niño, y la aspirina a dosis analgésica, no antiagregante, debido al síndrome de Reye.

Sobre las vacunas

Las vacunas también son medicamentos, pero se pueden administrar todas si están indicadas. No obstante, hay que tener precaución con la inmunización frente a la fiebre amarilla, que se excreta en la leche durante 15 días y puede transmitir el virus vivo al bebé, y con la posible reacción, como la aparición de vesículas en la piel causada por la vacuna de la varicela.

Entre los medicamentos contraindicados por inhibir la producción de leche están las hormonas tipo estrógenos y andrógenos, derivados del ergot (ergotamina, bromocriptina, cabergolina) o algunos antihistamínicos de primera generación.

Los más habituales, seguros

Y para tranquilizar, las expertas señalan que los medicamentos habituales son compatibles con la lactancia. Así, hacen referencia al paracetamol, el ibuprofeno, la mayoría de los antibióticos (excepto las quinolonas, para las que se recomienda buscar alternativas), la hormona tiroidea, los anticonceptivos sin estrógenos, los anticoagulantes, muchos antihistamínicos de segunda generación, algunos antihipertensivos y diuréticos y los fármacos para el asma (excepto la teofilina, que produce insomnio e irritabilidad en el niño).

Algunos antiepilépticos se pueden tomar, como valproico, oxcarbazepina o levetiracetam, y muchos psiquiátricos también; los tranquilizantes más recomendados son los de vida media corta (lorazepam).

Preguntadas por la labor del farmacéutico, afirman que su trabajo es esencial, ya que muchos medicamentos no precisan de prescripción: “Tienen que saber informar y, por tanto, buscar la información”, insiste Moyano. En este sentido, una herramienta muy útil, con aval científico, es la web www.e-lactancia.org, con información dirigida tanto a mujeres lactantes como a sanitarios y con 20 millones de visitas al año. Incluye 27.000 términos, que corresponden a fármacos, plantas medicinales y enfermedades, y se clasifican en función del riesgo en verde (muy bajo), naranja (bajo), marrón claro (alto) y rojo (muy alto).

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