Los mosquitos son un clásico del verano, pero no son los únicos insectos que dejan marca. Aprende a distinguir las picaduras

FUENTE: ABC

En plena primavera, con el calor en niveles estivales, los insectos andan ya revolucionados y dejan su huella en nuestro cuerpo en forma de picaduras. En general, las achacamos a los mosquitos, esos visitantes molestos que vienen a perturbar nuestro descanso en las noches de verano. Pero no siempre son ellos. ¿Cómo podemos identificar qué bicho nos ha picado cuando no hemos sido conscientes del picotazo?

En ABC hemos preguntado al doctor Manuel Linares Rufo, Coordinador Nacional del Grupo de Trabajo de Infecciosas, Medicina Tropical y del Viajero de Semergen, que nos da algunas claves: «A mí me gusta seguir una sistemática para su identificación. Y para ello es fundamental conocer el cuándo suelen picar (algunos mosquitos como el anopheles suele picar al atardecer y otros más de día o de noche), el dónde (hay insectos que pican fuera de casa y otros dentro de ella - típico de pulgas o chinches- otros son típicos de cuándo vamos al campo, como las garrapatas), la localización de la picadura (la zona de la nuca y detrás de las orejas es típica de los piojos, a algunos mosquitos les gustan las piernas o las zonas de los pliegues ) o si existe trayecto definido de las picaduras (típico de pulgas)».

El especialista también apunta al número de picaduras y a los síntomas que producen para orientarse. «Una sola o muy separadas, se asocia más a mosquitos; si son varias y en zig-zag puede ser una chinche; si es dolorosa (abeja,avispa) o no dolorosa; muy reactógenicas con presencia de habón o mucho picor (típico de pulgas)», explica.

En caso de que la picadura sea de abeja, hay que verificar si el aguijón se ha quedado en la piel. Si se trata de una garrapata, «debe ser extraída con suavidad, para evitar que se rompa y sacarla entera».

Una posible complicación posterior de la picadura es la infección. Por ello, hay que estar atentos a las señales de alarma, como un aumento del enrojecimiento, hinchazón o dolor. En el caso de las garrapatas, que pueden transmitir más de 50 enfermedades diferentes a los seres humanos, en los días siguientes a la picadura es preciso observar si aparece fiebre o erupción en la piel ya que, en ese caso, hay que buscar atención médica e indicar que ha sido picado por este insecto. Es recomendable incluso guardar la garrapata en un frasco con papel húmedo en su interior para en ese caso poder precisar el tipo de especie y detectar antes el patógeno.

Prevención

Para evitar las molestas picaduras, podemos tomar algunas precauciones, como vestir ropa de manga larga, sobre todo al amanecer y al anochecer; evitar los colores oscuros, aplicar repelentes en la piel, dormir en habitaciones con ventanas protegidas con mallas antimosquitos, mosquiteras en las camas y repelentes eléctricos de mosquitos (con piretrinas sintéticas) o espirales antimosquito con piretro.

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