La disminución de las horas de luz y el descenso de las temperaturas provocan en ocasiones un malestar conocido como la astenia otoñal o trastorno afectivo estacional. Este síndrome se produce cuando cuesta adaptarse a los cambios atmosféricos.

FUENTE: Antena 3 Noticias

El otoño ya ha llegado, los días se hacen más cortos, anochece antes y empieza a ser necesario abrigarse en algunos momentos. Estos cambios también afectan a nuestro cuerpo. La disminución de la luz solar produce unos síntomas conocidos como astenia.

El origen se encuentra en los reajustes hormonales con los cambios que se producen al cambiar de estación, por lo que se notará un mayor cansancio y una menor concentración. Estos síntomas pueden durar unos días, hasta que el cuerpo se adapte y recupere la energía. Sin embargo, si la fatiga se prolonga durante más de un mes y no remite, se deberá ir al médico porque podría deberse a una enfermedad como la anemia, la fatiga crónica o el hipotiroidismo.

También existen algunas pautas para evitar el malestar, todas ellas se basan en la vida sana. La principal herramienta es la dieta, que deberá ser equilibrada y rica en vitaminas, fibra y proteínas.

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