Consiste en colocar un implante de radioterapia en el tumor, con lo que se consigue un mayor efecto a la vez que se reducen los efectos secundarios.

FUENTE: La Vanguardia

Lamentablemente se detectan cada vez más casos de cáncer, pero no todo es tristeza en esta ‘horrible epidemia’ del siglo XXI. Cada vez se va conociendo un poco mejor cómo combatirla. Una de las últimas bazas que ha conseguido la investigación médica es la técnica de la braquiterapia.

Se trata, a grandes rasgos, de un implante con radioterapia que se coloca dentro del tumor y que presenta muchas ventajas. En concreto, la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) explica que es un tipo de tratamiento de radioterapia que consiste en colocar el material radioactivo en las proximidades o en el interior del tumor.

En qué consiste la braquiterapia

“Se trata de un procedimiento que normalmente no causa dolor, ya que se emplea anestesia. Dependiendo del tipo de tumor y del plan de tratamiento, es posible que este implante sea temporal o permanente”, celebra la doctora Marina Arangüena, miembro de la nueva Unidad de Braquiterapia del Hospital Quirónsalud de Barcelona.

En el caso del cáncer de próstata, el procedimiento consiste en la colocación temporal de una serie de agujas a través de las cuales se transmite la radiación, detalla por su parte el también responsable de la citada unidad, el doctor Joan Pera. “Es un procedimiento ampliamente aceptado, y además mínimamente invasivo. Se logran los resultados de altas dosis de radioterapia, pero con la ventaja de una toxicidad mucho menor, al ser muy dirigido el tratamiento a las zonas que el médico considera oportunas”, valora el especialista.

Además, el doctor Joan Casals, director del Servicio de Oncología de Quirónsalud Barcelona, resalta que la braquiterapia también puede ser usada para el tratamiento de tumores ginecológicos, como el de cérvix o de endometrio, así como en el caso de los dermatológicos; todos ellos cánceres que pueden tratarse en la unidad de Braquiterapia del citado centro hospitalario barcelonés.

Este experto recuerda que los implantes de braquiterapia se colocan en una sala especial con elevadas normas de asepsia, generalmente en un quirófano, donde un equipo multidisciplinar (formado por el oncólogo radioterapeuta, radiofísico, enfermera, anestesistas, técnico superior en radioterapia, etc.) atenderá al paciente.

En concreto, el doctor Pera precisa que los tratamientos con altas dosis requieren de una máquina programada que realiza la intervención para que, de esta forma, el oncólogo radioterapeuta no se vea expuesto a la radiación. “Pero también hay una segunda forma de aplicación en la que se emplean isótopos de muy baja energía. En este caso la colocación pasa a ser manual”, indica. Así con todo, estos especialistas, junto con la SEOR, enumeran los que a su juicio son las principales ventajas que brinda esta técnica de oncología radioterápica localizada.

Las ventajas de la braquiterapia

1.- El doctor Pera subraya que la braquitarpia permite disminuir los efectos secundarios que produce la radiación gracias a una mejor distribución de la dosis. Mediante la colocación de una fuente de material radioactivo en contacto con el tumor es posible eliminar las células cancerosas y también que estas muestren sus antígenos, mejorando la eficacia de tratamientos de inmunoterapia.

2 y 3.- “Hoy en día la braquiterapia es la mejor técnica en oncología radioterápica para conseguir dar la mayor dosis de radiación posible en el mínimo volumen. Esto permite tanto acortar los tiempos de tratamiento, como preservar mejor los órganos de riesgo”; celebra la especialista Marina Arangüena.

4 y 5.- Se trata de un procedimiento que normalmente no causa dolor, ya que se emplea anestesia, menciona por su parte el doctor Casals. “Se puede utilizar sola o en combinación con otras terapias como: cirugía, radioterapia externa, quimioterapia”, apostilla.

6.- En prácticamente todos los casos el tratamiento se realiza de forma ambulatoria, pero aún así, comparándolo con los tratamientos de radioterapia externa, los pacientes tienen que hacer menos visitas a la unidad de braquiterapia (entre 1 y 4 veces), recalca la SEOR. Esto hace que el tratamiento sea accesible y conveniente para muchos pacientes con una mejora importante en su calidad de vida.

7.- La fuente radioactiva siempre está contenida en un aplicador y es el aplicador el que se coloca dentro del paciente. “Con lo que la fuente nunca está en contacto directo con él y se puede utilizar para diferentes pacientes sin ningún tipo de riesgo biológico”, precisa la SEOR.

8.- La braquiterapia representa una opción de tratamiento efectivo para muchos tipos de cáncer. “Los resultados del tratamiento han demostrado que las tasas de curación de cáncer con la braquiterapia son comparables a la cirugía y la radioterapia externa, y mejoran cuando se utiliza en combinación con estas técnicas”, concluye la sociedad científica.

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas