Secreta nanofibras que restituyen el epitelio, restauran la función de la barrera intestinal y protegen en un modelo de colitis experimental.

FUENTE: IM Farmacias

Investigadores del Instituto Wyss han modificado genéticamente la bacteria Escherichia coli Nissle 1917 (EcN) para que produzca una red de nanofibras que se une a las regiones dañadas de la mucosa intestinal, evitando que las bacterias intestinales y sus productos entren en contacto con el revestimiento interno de este órgano, promoviendo así una curación más rápida de la lesión.

Según indica Neel Joshidirector del estudio, las nanofibras secretadas in situ permiten una firme adhesión a múltiples proteínas de la mucosa, cuya textura viscosa y motilidad continua dificultan la reparación por cualquier otro medio. En un estudio preliminar su equipo ya había demostrado que los hidrogeles bacterianos resisten las duras condiciones existentes en el estómago e intestino delgado, sin afectar la salud de los animales. Sin embargo, la posibilidad de administrar oralmente la bacteria que los producen es una opción mucho más atractiva, aseguran los autores. La administración rectal de EcN antes de la inducción de colitis por medios químicos resultó en una menor respuesta inflamatoria y en una curación más rápida. En los animales tratados la mucosa intestinal también ofreció un aspecto más próximo al normal y con menor infiltración de células del sistema inmunitario.

EcN tiene un largo historial de seguridad en humanos, ya que se vende sin receta para tratar desórdenes intestinales en general. Además, otras formas genéticamente modificadas de esta bacteria han mostrado la capacidad de suprimir el apetito de manera duradera en modelos animales de obesidad.

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