Un estudio concluye que las mujeres muestran una fuerte relación entre la aparición de sobrepeso y obesidad y la falta de acceso a los espacios verdes urbanos, como parques o jardines.

FUENTE: Sinc

Las mujeres que viven a menos de 300 metros de un espacio verde pueden tener menos riesgo a desarrollar sobrepeso y obesidad. Es el resultado principal de una investigación publicada en el International Journal of Hygiene and Environmental Health y liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ”la Caixa”.

Basándose en información del proyecto MultiCaso Control Spain (MCC-Spain), el equipo ha analizado los datos de 2.354 personas de siete provincias españolas (Asturias, Barcelona, Cantabria, Madrid, Murcia, Navarra y Valencia). Los y las participantes, de entre 20 y 85 años, respondieron a preguntas referentes a su historial de residencia, su estilo de vida (actividad física, tiempo libre, etc.) y su peso y altura.

Además, se les midió la circunferencia de la cadera y la cintura y se les extrajo sangre o saliva. Para confirmar la existencia de sobrepeso u obesidad, tomaron como referencia dos marcadores utilizados frecuentemente en estudios epidemiológicos: el índice de nasa corporal (IMC) y el índice cintura-cadera (ICC).

Según concluye el estudio, las mujeres muestran una fuerte relación entre la aparición de sobrepeso y obesidad y la falta de acceso a los espacios verdes urbanos, como parques o jardines. En el caso de los hombres, sin embargo, esta relación no se da.

“No tenemos claros los determinantes biológicos que se esconden tras las diferencias de género observadas”, comenta Cristina O'Callaghan-Gordo, primera autora e investigadora de ISGlobal. “Probablemente existen factores sociales, como los diferentes usos que dan hombres y mujeres a los espacios verdes, que expliquen esta disparidad”.

Gracias a las muestras de ADN obtenidas en saliva y sangre, las y los investigadores pudieron analizar la importancia de la genética en esta vinculación. “Nos fijamos en polimorfismos genéticos que habían sido asociados a la obesidad en estudios previos”, comenta O’Callaghan-Gordo.

“De forma general, observamos una reducción más marcada del riesgo de desarrollar obesidad en aquellas personas con una genética susceptible a esta patología. Este resultado destaca la existencia de interacciones entre el ambiente y los genes que pueden desencadenar o frenar un exceso de peso”, añade.

Sobrepeso y obesidad, catalizadores de enfermedades

Según datos de la OMS, en 2016 más de 1.900 millones de adultos tenían sobrepeso. De ellos, más de 650 millones sufrían obesidad, una enfermedad prevenible. “El sobrepeso es un factor de riesgo importante para varias enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, renales y hepáticas, la diabetes, varios trastornos musculoesqueléticos y algunos tipos de cáncer”, afirma Manolis Kogevinas, líder del estudio e investigador del programa de enfermedades no transmisibles y medio ambiente de ISGlobal. “También se ha asociado con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas”.

Los entornos naturales al aire libre, incluidos los espacios verdes dentro de los entornos urbanos, fomentan la salud y el bienestar al aumentar los niveles de actividad física, reducir la exposición al ruido y promover la reducción del estrés psicológico, un importante impulsor del aumento de peso.

“Este estudio arroja luz sobre la importancia de los espacios verdes en el riesgo a desarrollar sobrepeso y obesidad entre las mujeres en España. Comprender los mecanismos que explican esta asociación es crucial para planificar intervenciones de salud pública eficaces y exitosas", concluye Kogevinas.

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