Las enfermedades crónicas se han convertido en un problema de salud pública de todo el mundo. El envejecimiento de la población es uno de los grandes causantes.

FUENTE: Mejor con Salud

Las enfermedades crónicas son aquellas patologías que afectan al organismo con una duración extendida. No se trata de simples resfriados, sino de estados que superan los seis meses de extensión.

En general, las enfermedades crónicas evolucionan lentamente y, por ello, son capaces de afectar a diferentes sistemas y órganos. También es frecuente que una patología crónica se asocie a otra, como es el caso de la hipertensión arterial, que puede coexistir con la diabetes; también el caso del hipotiroidismo, que puede asociarse a otras condiciones hormonales.

Se calcula que las enfermedades crónicas causan hasta el 75 % de las muertes en todo el mundo. Entre ellas, los problemas cardiacos, los cánceres, la diabetes y los cuadros respiratorios suman más de 60 % en esa proporción.

Entre los fallecidos por condiciones crónicas, un tercio son personas menores de sesenta años. Esto delata que no se trata exclusivamente de un problema de la tercera edad, sino que su extensión es mayor.

En cuanto a la diabetes, su relación con el sobrepeso es alarmante. Al aumentar la prevalencia de obesidad en el mundo, se hace más frecuente la enfermedad. Se estima que en diez años se duplicará la cantidad de diabéticos en la mayoría de los países.

Problema de países pobres

Aunque es creencia generalizada que las enfermedades crónicas son un problema de los países ricos, la realidad no es así. Las estadísticas que se han ido elaborando al respecto revelan que los países pobres son los más afectados. El 80 % de las muertes por estas patologías se registran en países de ingresos bajos, y solo un 20 % en países ricos.

Además, la mitad de las muertes se ubican en el rango de edad de los menores de 70 años. Para los tiempos que corren, es una tendencia de disminución de la edad. Esto se explica porque en los países pobres las enfermedades aparecen más tempranamente.

Factores de riesgo de enfermedades crónicas

Las enfermedades crónicas tienen una etapa previa que son los factores de riesgo. Estos son características del ambiente o de la persona que hacen más susceptible la aparición de la patología.

Los factores de riesgo se conocen, en su gran mayoría, y se llevan adelante acciones para tratar de controlarlos. Controlando los factores de riesgo, habría hasta un 80 % menos de casos de enfermedades cardiacas y de diabetes. Con los cánceres sucedería lo mismo, reduciendo hasta en un 40 % su presencia.

Entre los factores de riesgo más relevantes tenemos:

  • Alcohol: el consumo de esta sustancia genera casi tres millones de muerte al año en el mundo. El alcohol es capaz de generar cáncer de hígado, cirrosis, traumatismos y accidentes.
  • Sobrepeso y obesidad: también generan alrededor de tres millones de muertes por año. El sobrepeso y la obesidad se asocian a una mala alimentación y a una vida sedentaria. Una persona obesa tiene mucho más riesgo de desarrollar enfermedades crónicas incapacitantes y de muy larga duración.
  • Tabaco: el cigarrillo afecta a quien fuma y a quien lo hace pasivamente. Duplica las muertes que se le atribuyen al alcohol, por ejemplo, rondando las seis millones de muertes anuales.
  • Dieta: no solo es el sobrepeso la consecuencia de una mala dieta. La nutrición inadecuada implica una alimentación con exceso de sal, con componentes cancerígenos y poca fibra. Esas dietas pueden estar detrás del origen de la hipertensión arterial o del colon irritable.
  • Sedentarismo: la inactividad física lleva a la obesidad, contribuyendo al desarrollo de enfermedades crónicas.

Las enfermedades crónicas más frecuentes

Como explicamos al inicio, hay una serie de enfermedades crónicas que son las más frecuentes. Justamente, son aquellas que causan la mayor cantidad de muertes. Las cuatro patologías más relevantes de este grupo son:

  • Cáncer: en todas sus formas, la patología oncológica representa una porción importante de aquellos problemas de salud graves y que afectan a la población general.
  • Cardiológicas: los infartos agudos de miocardio, la insuficiencia cardiaca y los accidentes cerebrovasculares son ejemplos de estas enfermedades crónicas que no solo preocupan por su mortalidad, sino también por las secuelas que dejan. Los diferentes grados de incapacidad que se desprenden de estos padecimientos afectan a familias enteras.
  • EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica): la condición engloba al asma, la bronquitis crónica, el enfisema y la atelectasia. El primer factor de riesgo asociado a ellas es el tabaco.
  • Diabetes: tanto en su forma infantil-juvenil –diabetes tipo 1–, como en su forma de adultos –diabetes tipo 2–, es difícil ignorarla. Además, la tendencia de su aparición va en aumento.
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