Los investigadores sugieren que puede haber más aparte de los analizados: inmune, metabólico, hepático y nefrótico.

FUENTE: 20 Minutos

Todos nos hemos encontrado con antiguos compañeros de clase, de la infancia o del instituto, y nos hemos dado cuenta que no todos han envejecido igual. Esto que puede parecer una mera sensación, tiene una explicación científica que ha sido expuesta en la revista Nature Medicine en el artículo Personal aging markers and ageotypes revealed by deep longitudinal profiling.

En el artículo se habla de una investigación en la que unos científicos de la Universidad de Stanford estudiaron a un grupo de 43 personas adultas (entre 34 y 68 años) que estaban sanas durante un periodo de dos años. Durante ese tiempo analizaron sus muestras de sangre y biológicas con el objetivo de poder ver cuáles eran los cambios que se producían en su cuerpo y que provocaban que unas personas envejeciesen antes que otras.

Las cuatro formas de envejecimiento o ageotipos

Durante el estudio, los científicos pudieron identificar cuatro formas de envejecimiento que llamaron ageotipos. Cada persona podía tener uno o varios de estos tipos de ageotipos:

  • Ageotipo metabólico: relacionado con la acumulación y descomposición de las sustancias que hay en el cuerpo.
  • Ageotipo inmune: vinculado con las respuestas inmunes.
  • Ageotipo hepático: unido a la función hepática.
  • Ageotipo nefrótico: conectado con la función renal.

Así, Michael Snyder, profesor y presidente de genética de la Facultad de Medicina de Stanford, indicó que las personas con ageotipo metabólico tenían un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2 a medida que envejecían. En cambio, quienes poseían el ageotipo inmune estaban más predispuestos a contraer alguna enfermedad inmune.

De igual forma, aquellas que tenían un ageotipo hepático corrían mayor peligro de padecer enfermedades del hígado. Igualmente, quienes habían sido identificadas con el ageotipo nefrótico tenían más posibilidades de sufrir enfermedades renales. Estos fueron los cuatro ageotipos identificados, aunque los investigadores sugieren que puede haber más.

¿Cómo ayuda un cambio en el estilo de vida?

Identificar estos cuatro ageotipos puede permitir introducir los cambios necesarios en el estilo de vida para que las personas puedan evitar las enfermedades correspondientes a su ageotipo y retrasar el envejecimiento.

De hecho, el doctor James Kirkland, gerontólogo y jefe del Centro Kogod sobre el Envejecimiento de la Clínica Mayo en Rochester, señaló que "existen medicamentos y varios tipos de intervenciones dietéticas e intervenciones en el estilo de vida de las cuales es posible modular algunos de estos procesos de envejecimiento".

Por todo esto, aunque existen cambios en el estilo de vida que ya funcionan como dejar de fumar, hacer ejercicio o comer de una manera más saludable, quizás estos tengan más éxito y repercutan en el envejecimiento si se ajustan al ageotipo de cada persona.

Todavía quedan preguntas sin responder

La investigación ha aportado datos muy interesantes, pero todavía tiene muchos frentes abiertos. Para empezar, es posible que existan otros ageotipos que estén relacionados con las enfermedades cardiovasculares, por ejemplo. Asimismo, tampoco los científicos han sabido responder a la pregunta de por qué algunas personas empiezan a envejecer al nacer.

Creen que la genética y el entorno en el que las personas se desarrollan puede tener que ver en el envejecimiento. Sin embargo, todavía son necesarias más investigaciones al respecto, ya que retrasar el envejecimiento es una posibilidad muy interesante.

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas