A partir de crisis económica de 2008, hubo un aumento exponencial del interés por ambas prácticas y de los artículos científicos que evidenciaban sus ventajas sobre la salud física y mental.

FUENTE: La Razón

En momentos críticos como el actual, el ser humano necesita pensar en algo que esté por encima de sí mismo. Para unos se llama religión, para otros, conciencia social colectiva y para otros, meditación. Pero, lejos de ser una moda o una práctica de famosos y miembros del “star system”, la meditación, como concepto genérico, sea cual sea la filosofía a la que está asociada, es una práctica milenaria que requiere seriedad, dedicación y un duro aprendizaje.

Dokusho Villalba, primer español en obtener el reconocimiento de maestro zen budista en los años 80 y discípulo del maestro zen japonés Taisen Deshimaru, responsable de la difusión del zen en Europa, matiza la concepción actual de “meditar” para conseguir beneficios. “Meditar es un aprendizaje. Es entrar en tus vísceras y reconocer tu insignificancia. No es una herramienta para alcanzar el éxito, ni una bomba de oxígeno para el narcisismo, sino un proceso de transformación profundo que implica atravesar una y muchas muertes psicológicas”, explica. “También es sentarse y dejar de perseguir algo o de huir de algo. Cuando uno aprende a meditar sin buscar beneficios, los beneficios aparecen solos”, añade. En su opinión, “tanto la crisis del 2008 como la actual provocada por la pandemia son hitos en un proceso de despertar colectivo. En épocas de crisis social, algo tan simple como permanecer conectados al propio cuerpo respirando nos devuelve la autenticidad y el coraje de vivir una vida real”.

Equilibrar las emociones

Los beneficios de esta práctica son muchos y están avalados por estudios científicos de diversa índole. Una revisión reciente en USA sobre más de 20 estudios randomizados realizados con cerca de 2.000 pacientes, sugiere que la meditación contribuye a mantener el funcionamiento normal de nuestro sistema inmune. “Para el 2015, el efecto de las evidencias de artículos y estudios sobre meditación y Mindfulness había influenciado a nivel organizativo a grandes compañías como Google y, a nivel sanitario, se implantó como una práctica terapéutica estandarizada en el Nacional Health Service, en Inglaterra”, señala Ander Martín Calleja, instructor de Mindfulness y Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR, por sus siglas en inglés) por el Instituto EsMindfulness.

Estos beneficios están relacionados con herramientas de autoconocimiento que se adquieren en el proceso del entrenamiento Mindfulness y se podrían señalar como:

  1. - Reducción del estrés y capacidad para equilibrar las emociones.
  2. - Capacidad de aprender de la crisis.
  3. - Capacidad de desarrollar resiliencia, que ayude a no sufrir de un modo tan devastador y a tener una actitud adaptativa ante las dificultades.
  4. - Visión creativa, que permite dar un significado personal y consciente a la vida, basado en la personalidad y los intereses de cada uno.

“Estos beneficios se ven a nivel personal, pero, en situaciones como la que estamos viviendo, se producen también a nivel colectivo. De hecho, este aislamiento se puede asemejar con un retiro, en el que tienes que cortar con tu rutina. Cuando uno está haciendo un retiro tiene la sensación de que le están pasando cosas de manera individual y, cuando lo compartes con el resto, te das cuenta de que todos han vivido fases parecidas”, añade.

Auto-compasión

En el contexto actual, la respuesta de la meditación o el Mindfulness está siendo muy útil para muchas personas, que se conectan a internet a diario para realizar prácticas que les ayuden a sobrellevar la situación con la mejor actitud.

“La práctica de Mindfulness nos da la capacidad de gestionar de manera calmada los pensamientos y/o emociones difíciles que surgen. Inmersos en esta crisis, es muy fácil perdernos en nuestros pensamientos de futuro y temores. Con la práctica de Mindfulness podemos volver al presente y observar esos pensamientos. Hay que resaltar que los pensamientos son reales y que lo que nos va a permitir esta práctica es determinar si son verdaderos 100% o son tan solo suposiciones”, explica Victoria Lahiguera, Mindfulness Self Compassion Certified Teacher, que todos los días ofrece una meditación guiada gratuita a través de sus redes sociales.

“La práctica del Self Compassion, como filosofía de bondad y humanidad hacia nosotros mismos y los demás, nos permite que podamos aceptar la experiencia con mayor facilidad. También nos pone en contacto con las emociones colectiva, para que sintamos que no estamos solos”, añade.

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