La avena es un cereal consumido desde la antigüedad que pertenece a la familia Poaceae y es cultivado, en gran medida, en Europa y Norteamérica. Este alimento, que ha recibido gran atención en los últimos años por sus aportes nutricionales, puede ser consumido de múltiples formas. En cereal para el desayuno, en barritas, pan, acompañando a bebidas como la leche o como complemento en nuestra alimentación.

Las propiedades de la avena son altamente beneficiosas para el organismo y es perfecta para aportarnos la energía que necesitamos a lo largo del día si la introducimos en nuestro desayuno, ya que tiene un valor energético entre 300 y 400 kcal por cada 100 gramos.

Por ello, se recomienda consumir de 20 a 30 gramos diarios para aportar a nuestro organismo la fibra adecuada. Aunque sea beneficiosa para la salud, su consumo en exceso tampoco es recomendable. Una ración diaria en nuestro desayuno sería lo ideal.

Al compararlo con otros cereales, la avena presenta un contenido en hidratos de carbono inferior al lento pero de absorción lenta para suministrarnos la energía necesaria durante el día. Además, contiene un aporte de lípidos superior con ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados considerados como grasas saludables para nuestro organismo.

Por otra parte, la avena es fuente de vitamina E que se caracteriza por sus propiedades antioxidantes que juegan un papel clave en la prevención de determinadas enfermedades. También contiene vitaminas del grupo B y minerales como hierro, magnesio, zinc, fósforo y potasio.

Puede que una de las propiedades más importantes de la avena sea su alto contenido en fibra, especialmente con la presencia de betaglucanos. Estos elementos tienen la capacidad de mejorar el tránsito intestinal, normalizar los niveles de colesterol y glucosa en sangre, y además produce una mayor saciedad.

Por último, cabe destacar la presencia de avenantramidas (AVAs), un grupo único de antioxidantes presentes en este cereal con propiedades antiinflamatorias y antiaterogénicas.

Efectos positivos en la salud

Tal y como señala la FEN en su informe, las propiedades nutricionales de la avena pueden tener efectos beneficiosos en algunas patologías como la diabetes, la enfermedad cardiovascular, la obesidad, el colesterol, los trastornos intestinales o la celiaquía. Algunos de los efectos en nuestra salud serían los siguientes:

  • Disminuye la glucosa en ayunas.
  • Mejora sensibilidad a la insulina.
  • Ayuda a controlar el azúcar en sangre.
  • Ayuda a normalizar y reducir el colesterol sanguíneo.
  • Disminuye niveles de LDL (colesterol malo) y triglicéridos.
  • Aumenta niveles de HDL (colesterol bueno), perfecto para cuidar el corazón.
  • Efectos antiinflamatorios.
  • Disminuye distensión, dolor abdominal y flatulencias.
  • Mejora la digestión y tiene efecto saciante.
  • Mejora el estreñimiento.

El contenido de betaglucanos en la avena puede favorecer a la regulación de la digestión y absorción de nutrientes.