Cuáles son los principales virus de la hepatitis, qué síntomas provocan y cómo se transmiten y previenen.

FUENTE: 20 Minutos

La hepatitis B es una infección, causada por el virus que recibe el mismo nombre, que afecta al hígado y que puede derivar en una enfermedad grave y crónica. Por tanto, se trata de un importante problema de salud en todo el mundo, ya que "se puede cronificar y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer de hígado", tal y como destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El virus de la hepatitis B se transmite normalmente de la madre al bebé en el nacimiento, además de por el contacto con la sangre u otros fluidos corporales.

Muchas personas no presentan síntomas al comienzo de la infección, pero si se deriva en un cuadro agudo puede manifestarse con fiebre, coloración amarillenta de la piel y los ojos, cansancio elevado, vómitos, nauseas, dolor muscular, dolor abdominal y orina de color oscuro. No obstante, en algunas personas, "la hepatitis aguda puede dar lugar a una insuficiencia hepática aguda potencialmente mortal", subraya la OMS.

Esta enfermedad puede volverse crónica y causar una infección hepática de por vida que puede desencadenar en problemas de salud graves como cirrosis o cáncer. La mejor herramienta para su prevención es la vacunación ya que confiere una protección del 98 al 100%.

¿Cuántas dosis se recomiendan y a qué edad?

La vacunación es primordial para evitar una infección hepática crónica, siendo los niños y niñas menores de seis años los que presentan un riesgo más elevado de padecerla. Según datos de la OMS, los lactantes infectados en el primer año de vida sufren infección crónica en un 80% o 90% de los casos. El porcentaje se reduce del 30% al 50% en menores de seis años infectados.

Por este motivo, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) aconseja en el calendario de vacunación para este año la administración de tres dosis, en forma de vacuna hexavalente, a los 2, 4 y 11 meses de edad.

Por otra parte, los recién nacidos cuyas madres sean HBsAg positivas o de serología desconocida deberán recibir una dosis de la vacuna contra la hepatitis B monocomponente, junto con 0,5 ml de inmunoglobulina antihepatitis B (IGHB), si se confirma que el HBsAg materno es positivo.

De esta manera, destacan, los lactantes vacunados en el momento del nacimiento tendrán que seguir después el calendario del primer año, por lo que recibirán un total de cuatro dosis de esta vacuna. Por otro lado, a menores y adolescentes (hasta los 18 años) no vacunados se les administrarán tres dosis de vacuna monocomponente de acuerdo a la pauta 0, 1 y 6 meses.

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