El consumo de edulcorantes ha crecido exponencialmente en los últimos años debido a los efectos perjudiciales para la salud asociados a la ingesta de azúcares en grandes cantidades.

FUENTE: 20 MINUTOS

El consumo de edulcorantes ha crecido exponencialmente en los últimos años debido a los efectos perjudiciales para la salud asociados a la ingesta de azúcares en grandes cantidades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja reducir el consumo diario de azúcares libres a menos de un 10% en adultos y en niños. Si dicha reducción estuviera por debajo del 5% de la ingesta de calorías totales tendría aún más beneficios en la salud.

Es cierto que se debe moderar el consumo de este producto, aunque el problema real es su abuso, tal y como destaca la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Así, según la organización, existen tres grupos diferentes de endulzantes: los azúcares naturales, los polialcoholes y los edulcorantes intensivos.

Un edulcorante más tolerado que otros polialcoholes

El eritritol es un edulcorante que forma parte del grupo de los polialcoholes que son de origen natural y que se encuentran presentes en frutas y vegetales, así como en algunos productos fermentados como la cerveza. La principal característica de este producto tan popular es su escaso valor calórico. Otros edulcorantes, según la OCU, que se incluyen en este grupo serían los siguientes: sorbitol, manitol, isomaltitol, maltitol, lactitol y xilitol.
La mayor parte del eritritol consumido no es metabolizado por el organismo y su aporte de calorías es inferior a 0,2 kcal por gramo. Por tanto, se ha convertido en un sustituto del azúcar comercial, ya que posee hasta un 70% de su dulzor.
Además, tal y como señalan en determinados estudios, no modifica ni aumenta los niveles de glucosa e insulina en sangre, ni los de colesterol o triglicéridos, por lo que es un aditivo que puede ser consumido por personas diabéticas o con obesidad.

No obstante, la ingesta de polialcoholes puede provocar un "incremento de gases por fermentación bacteriana en el intestino, flatulencias, e incluso diarreas y dolores abdominales". Además, en grandes dosis puede provocar un efecto laxante. Tal y como recuerda la OCU, la normativa actual obliga a incluir la siguiente indicación en este tipo de productos: "El consumo excesivo puede producir efectos laxantes".

Así, el consumo en cantidades elevadas de algunos polialcoholes puede provocar molestias gastrointestinales, como se explica anteriormente, pero el eritritol es mejor tolerado por el organismo y tiene menos efectos secundarios que otros alcoholes de azúcar como el sorbitol. Esto ocurre porque la mayor parte (cerca del 90%) se absorbe antes de llegar al intestino grueso, donde proliferan la mayoría de bacterias intestinales.

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