En España actualmente la padecen unas 800.000 personas

FUENTE: ABC

El alzhéimer es una enfermedad neurológica que constituye la primera causa de discapacidad y que, en todo el mundo, afecta a más de 40 millones de personas. En España, y según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), actualmente la padecen unas 800.000 personas y es, además, el tipo de demencia neurodegenerativa más común.

La edad es el principal factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad, y debido a la mayor esperanza de vida de las mujeres, actualmente su prevalencia es tres veces mayor en mujeres que en hombres. En todo caso, se prevé que el número de afectados de ambos sexos aumente considerablemente en los próximos años como consecuencia del envejecimiento de la población.

Pero es que además, España es uno de los países del mundo con mayor proporción de casos de alzhéimer entre las personas de más de 60 años: un 5% de las personas de 65 años padecen la enfermedad y en mayores de 90 años el porcentaje aumenta hasta el 40%. Como consecuencia del envejecimiento de la sociedad, en los próximos 20 años, se espera que la prevalencia de la demencia debida a la enfermedad de Alzheimer se doble.

Factores de riesgo

No obstante, aunque la edad constituye el primer y más importante marcador de riesgo para desarrollar alzhéimer, también influyen otros factores como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo o la diabetes. El haber sufrido traumatismos craneoencefálicos, también aumenta el riesgo de desarrollar demencia.

Tanto en las formas genéticas -relacionadas principalmente con las formas de inicio de la enfermedad en edades tempranas-, como en las esporádicas, los cambios que produce la enfermedad en ciertos biomarcadores son detectables hasta dos décadas antes del inicio de los síntomas. Y es que, desde el punto de vista clínico, la enfermedad pasa por dos grandes fases: una fase preclínica, que puede extenderse más de una década y en la que no es posible objetivar alteraciones cognitivas; y una fase sintomática en la que los síntomas cognitivos y conductuales se hacen evidentes.

En esta segunda fase, ya sintomática, los pacientes experimentan los síntomas de la enfermedad con una intensidad gradual: desde la mínimamente sintomática, en la que el paciente es plenamente funcional, hasta que el paciente pierde su autonomía.

Las señales tempranas de alarma del alzhéimer, según el Instituto Nacional de Envejecimiento de EE.UU., son:

  • Tener dificultad para recordar cosas.
  • Hacer la misma pregunta una y otra vez.
  • Tener problemas para pagar las cuentas o para resolver operaciones sencillas de matemáticas.
  • Perderse.
  • Extraviar o perder objetos o ponerlos en lugares extraños.

Señales que pueden aparecer más adelante:

  • Olvidarse cómo cepillarse los dientes o peinarse
  • Estar confundido en cuanto al tiempo, las personas y los lugares.
  • Olvidarse de los nombres de cosas comunes, como un escritorio, una casa o una manzana.
  • Deambular lejos de su casa.

Debido a la edad avanzada algunas personas mayores pueden sufrir una condición denominada deterioro cognitivo leve (DCL). Esto puede ser una señal temprana de Alzheimer, pero no todos desarrollarán la enfermedad. Las personas con DCL pueden cuidar de sí mismas y realizar sus actividades normales. Los problemas de memoria del DCL pueden incluir:

  • Perder objetos a menudo.
  • Olvidarse de ir a acontecimientos o citas.
  • Tener más problemas para encontrar palabras que otras personas de la misma edad.

En estos casos, es importante también un seguimiento médicos para detectar posibles cambios.

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