FUENTE: Valencia Plaza

Una diabetes gestacional no controlada puede derivar en complicaciones respiratorias del recién nacido, según ha informado Vithas en un comunicado. La diabetes gestacional es una patología que se desarrolla durante el embarazo en la cual los niveles de glucosa en sangre se elevan excediendo los valores normales, una enfermedad que, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, afecta alrededor del 6 por ciento de las embarazadas. Por esta razón, los controles obstétricos son "clave" para tratarla y evitar que derive en complicaciones en el parto poniendo en riesgo la salud de la madre y el bebé.

Tal como ha explicado la doctora Sandra Ortega, ginecóloga de Vithas Castellón, "la diabetes gestacional es la intolerancia a los hidratos de carbono que se diagnostica por primera vez durante el embarazo". Su desarrollo se debe a que a partir del segundo trimestre hay un aumento de la resistencia periférica a la insulina y aumento de las demandas energéticas y de insulina para producir el aumento corporal, ha añadido. Según Ortega, "como respuesta a la insulinorresistencia, el páncreas aumenta la secreción de insulina, sin embargo, existen gestantes que no consiguen compensar esta situación, por lo que desarrollan una diabetes gestacional con hiperglucemia post prandial".

Por esta razón, las embarazadas que sufren esta patología, se deben someter a controles más rigurosos para examinar la evolución del peso, la dieta y ejercicio a seguir, así como a percentilar por ecografías el peso fetal.

Tratamiento con insulina

"Alrededor de un 15% de las mujeres con diabetes gestacional, -ha comentado la profesional-, requieren el tratamiento con insulina, pero el tipo, así como las dosis de administración, dependerá de las características de cada paciente".

En las mujeres con diabetes gestacional, la glucosa sanguínea suele volver a la normalidad poco después del parto, "sin embargo, si ha tenido diabetes gestacional, tienes mayor probabilidad de que vuelvas a desarrollarla en un futuro embarazo y de contraer diabetes tipo 2 en un futuro, por lo que se necesitará analíticas más a menudo para detectar cambios en la glucosa sanguínea", ha subrayado la doctora Ortega.

Existen varios factores que favorecen la aparición de esta patología. Según la especialista, "el embarazo después de los 35 años; padecer de sobrepeso y obesidad; tener antecedentes de familiares de 1º grado con diabetes mellitus o haber padecido diabetes gestacional o prediabetes o síndrome de ovario poliquístico y haber tenido un parto previo de un bebe con un peso mayor de 4 kilos favorece que estas pacientes sean más propensas a padecer diabetes gestacional".

Se diagnostica en el segundo trimestre con el test de O`Sullivan y se remite al especialista para su control. "Al no producir una sintomatología previa, es necesario realizar a todas las embrazadas una prueba de tolerancia oral a la glucosa de la semana 24 a la 28 de gestación, sin embargo, si existen antecedentes previos, la prueba se debe realizar antes del segundo trimestre", ha confirmado la profesional.

Si esta alteración de la glucosa no se controla por un especialista, existen riesgos "importantes" para la madre y para el futuro bebé. El exceso de azúcar en sangre llega a elevar la tensión arterial de la madre, dando lugar en muchos casos a un parto prematuro. La doctora Ortega ha afirmado que "la diabetes gestacional aumenta el riesgo de tener presión arterial alta y preeclampsia, una complicación grave del embarazo que provoca presión arterial alta y otros síntomas que pueden poner el riesgo la vida de la madre y del bebé".

Macrosomía

Otro de los riesgos que puede provocar esta patología es la macrosomía que implica un crecimiento exagerado del feto, lo que dificultara el paso del bebe por el canal natural de parto que puede dar lugar a fracturas óseas, incluso lesiones en los nervios del feto y a la necesidad de un parto por cesárea.

"También, un exceso de glucosa puede provocar que el bebé después del parto llegue a tener bajadas de azúcar peligrosas que son las hipoglucemias, cuyos episodios graves pueden causar convulsiones en el bebé e incluso que al nacer tengan dificultades respiratorias graves", ha aclarado la profesional, quien ha afirmado que "la diabetes gestacional sin tratar puede provocar la muerte fetal intraútero antes o poco después del nacimiento".

Las medidas generales son dieta normocalórica no restrictiva, ejercicio físico y/o farmacológico si no se consigue normalizar la glucemia. "Es fundamental la alimentación, es decir una dieta equilibrada basada en mucha fruta -a excepción del plátano y la uva-, verdura, alimentos desnatados, muy poca carne roja, y ejercicio físico como matronatación o caminar 30 minutos a diario", ha concluido la profesional.

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