Lecciones para padres primerizos: tipos y cómo prepararlos

Acercarse por primera vez a la sección de bebés de la farmacia puede resultar curioso por la gran variedad de colores pastel que la engloban, e incluso divertido por los diminutos tamaños de los objetos. Sin embargo, pocos segundos después, ese animado interés puede acabar convirtiéndose en una pesadilla si de lo que se trata es de elegir artículos tan variados como los biberones. ¿Alguna vez alguien se ha parado a contar las distintas clases que existen? Sin duda, la elección del biberón de nuestros hijos puede terminar siendo un auténtico rompecabezas; pero no te preocupes porque vamos a ayudarte a resolverlo.

Es cierto que la lactancia materna estricta hasta los 6 meses es lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tal y como describimos en nuestro blog “lactancia materna: recomendaciones, dudas y mitos”, pero a partir de los 6 meses es necesario complementar la alimentación; y es cuando entran en juego los biberones. Para aquellos casos en los que no es posible alimentar al bebé con leche materna, existe un preparado llamado leche de inicio que se utiliza desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad. Mientras que, a partir de los 6 meses, se alimentan con leches de continuación. Ambas pueden estar en polvo para diluir en agua o en forma líquida.

Elige el biberón más adecuado para tu bebé

A la hora de elegir es mejor seguir un orden y tener claras nuestras opciones. Primero hay que saber que los biberones no son de una sola pieza y que se componen de la tetina (parte donde succiona el bebé) y el biberón (parte que contiene el alimento).

Las tetinas están diseñadas con diferentes formas, válvulas, tamaños, materiales y flujos, pero se ha de tener en cuenta que estas características varían según los fabricantes:

  • Material: el látex es una sustancia natural, mientras que la silicona se trata de un material sintético, ¿significa que uno es mejor para la salud de nuestro bebé que el otro? No. Existen pequeñas diferencias como que las fabricadas por látex tienden a deteriorarse quedando pegajosas y, en casos aislados, pueden producir alergia. Mientras que las de silicona no se deterioran por la luz o calor ni adquieren sabor ni olor de los alimentos, sin embargo, suelen ser más susceptibles a las mordeduras de los bebés.
  • Tamaño del orificio: algunas son específicas de un tipo de alimento -el orificio será más pequeño cuando se trate de líquidos o más grande cuando sea específico de papillas-. Aunque los más modernos cuentan con un sistema que se adapta al tipo de alimento al girar el biberón, regulando la intensidad. Además, el tamaño también afecta al flujo, permitiendo regular la cantidad de líquido que el bebé succiona, por lo que para comenzar se recomiendan las tetinas de flujo lento.
  • Válvulasanticólicos: reducen el aire que succiona el bebé, por lo que evita molestias como el hipo y reduce los típicos cólicos producidos al tragar aire accidentalmente durante la toma.
  • Forma de la boquilla: anatómicas (imitan la forma del pezón materno durante la succión y se adapta perfectamente al paladar del bebé) y las redondas, que tienen diferentes posiciones. Algunas son antiderrame al solo salir los líquidos cuando el bebé succiona.

En lo que a biberones se refiere el material (vidrio o plástico) es la diferencia más significativa. Los biberones de vidrio son muy resistentes al calor y tienen un alto grado de transparencia, por lo que se pueden introducir todo tipo de alimentos sin preocuparse de que se teñirá y, además, es fácil de detectar cuando quedan restos de leche. Aunque parecen la mejor opción, son más pesados por lo que durante una toma larga es más probable que se caiga y se rompa con mayor facilidad, especialmente cuando el bebé lo sujeta por sí mismo -siempre requiere supervisión-. Para conferir mayor protección frente a roturas, se pueden incorporar fundas de silicona que envuelvan el vidrio.

Los biberones de plástico están fabricados con materiales que son muy ligeros y resistentes a las caídas, así como a la congelación. Pero no todo es de color rosa, ya que también presentan ciertas desventajas: al tener un color más opaco se dificulta que se pueda ver el contenido de leche, además pueden teñirse y rayarse con más facilidad -lo que requiere una limpieza más exhaustiva para eliminar restos y asegurar que no queden microorganismos en él-. Es posible que a estas alturas hayas escuchado de tus padres o abuelos que los biberones de plástico contienen bisfenol A (BPA), un producto químico que se utilizaba en la composición de multitud de plásticos, entre ellos los biberones, y que tenía efectos negativos en la salud de las personas; pero ¡qué no cunda el pánico! Desde el 2011 en la Unión Europea (UE) se prohibió que los biberones contuvieran BPA.

¿Cómo preparar el biberón?

Cuando se trate de una presentación líquida, simplemente se debe verter la cantidad correspondiente de su contenido en el biberón y calentarlo. En cambio, aquellos en polvo requieren la inclusión de agua para disolverlos. Para ello, se debe hervir agua -agua del grifo cuando existe un buen control sanitario o envasada baja en sales minerales- y dejar enfriar evitando no sobrepasar los 30 minutos. Después, añade la cantidad de polvo que el bebé necesite, cierra correctamente el biberón y agita para que se mezclen por completo los ingredientes. Una vez preparado comprueba que la temperatura es adecuada vertiendo unas gotas en la cara interior de la muñeca y, en caso de que permanezca caliente, coloca el biberón debajo del chorro del grifo con agua fría o introdúcelo en un recipiente con agua fría. Asegúrate en todo momento de que el agua está por debajo de la tapa del biberón.

Son muchas las dudas que surgen cuando se trata de la preparación de alimentos para el bebé; aquí tienes respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes:

  • ¿Se puede conservar el alimento que ha sobrado durante la toma?

No. Debe desecharse la leche sobrante una vez hayan pasado 2 horas después de su preparación.

  • ¿Puedo preparar varias tomas de una misma vez?

Lo aconsejable es que cada toma se prepare individualmente, ya que las condiciones son idóneas para la proliferación de microorganismos. Sin embargo, se pueden preparar varias tomas y dejar enfriar rápidamente en el frigorífico (<5ºC) y desechar todas aquellas tomas no utilizadas en las siguientes 24 horas.

  • Si conservo un biberón en el frigorífico, ¿cómo lo caliento?

Caliéntalo máximo durante 15 minutos, colocando bajo el chorro del grifo con agua caliente o introduciendo el biberón en un recipiente con agua caliente. No se recomienda el uso de microondas, ya que los alimentos no se calientan de forma uniforme creando “bolsas calientes” que pueden quemar la boca del bebé.

  • ¿Me puedo llevar los biberones preparados en un viaje?

Todo depende de la duración del viaje. Si se trata de un viaje inferior a 2 horas prepara el biberón según las indicaciones y deja enfriar en la nevera (<5ºC). Antes de salir de casa introdúcelos en una bolsa de conservación de frío con paquetes de hielo. Al llegar a tu destino guarda los biberones en el frigorífico. En cambio, cuando los viajes son más largos de 2 horas se recomienda prepararlos en el destino al no poder asegurarse el frío.

¿Debo esterilizar los utensilios?

La esterilización de los utensilios es otro tema que genera muchas dudas, ¿debo o no debo? Esa es la cuestión. Es cierto que todos los fabricantes recomiendan su esterilización después de usarlos, pero la Academia Española de Pediatría (AEP) no lo recomienda si las condiciones del agua son las adecuadas y no existe un riesgo de contaminación.

No obstante, es curioso que no se mencione la importancia de lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar la leche del bebé cuando puede ser un punto clave para prevenir enfermedades. Por ello, es importante realizar un lavado de manos concienzudo, así como lavar con agua caliente y jabón los utensilios (biberones, tetinas, cucharas etc.) tanto el interior como el exterior y aclarar con agua para eliminar los restos.

En caso de que dudes de si el agua tiene la calidad necesaria, se pueden esterilizar los utensilios con esterilizadores comerciales. Aunque también se puede realizar de la forma tradicional: en una cazuela y agua hirviendo sumergir completamente los utensilios una vez limpios; a continuación, cubrir la cazuela con su tapadera correspondiente para llegar al punto de ebullición y evitar que se evapore el agua por completo; mantenlos en la cazuela hasta que los vayas a utilizar.

 

FUENTES:

  1. Cómo preparar biberones de alimento para lactantes en casa. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y Organización Mundial de la Salud (OMS).
  2. E. Alcover Bloch, S. García-Tornel. La esterilización de biberones, tetines y agua: ¿por qué hacemos trabajar a las madres más de la cuenta?
  3. Preparando el biberón. Asociación Española de Pediatría (AEP).
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