Son muchas las parejas que en algún punto de su vida deciden tener hijos, sin embargo, no siempre se consigue el embarazo en el primer intento. Pueden pasar algunos meses hasta concebir. Durante el tiempo en que la pareja lo intenta, es frecuente que ambas partes se cuestionen por qué no logran el embarazo.

En general, cuando una pareja lleva buscando el embarazo durante 1 año sin éxito, es cuando se recomienda pedir ayuda profesional. Resulta importante hacer una distinción entre los términos esterilidad e infertilidad, ya que muchas veces se confunden o interpretan como uno mismo, siendo la esterilidad, la imposibilidad de concebir tras un año de relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos, mientras que la infertilidad es la gestación no viable, esto quiere decir que se logra el embarazo, pero este no llega a término (un ejemplo sería, una paciente que tiene repetidos abortos).

 

Causas principales

Según los estudios epidemiológicos en países occidentales, la esterilidad afecta al 15% de la población que está en edad reproductiva. Este porcentaje de esterilidad se debe principalmente a un elemento social de gran importancia en nuestra sociedad: la decisión de querer tener hijos a edades más avanzadas, que afecta especialmente a las mujeres. Generalmente está ligado a una conciliación laboral y familiar tardía, que en muchas ocasiones se alcanza una vez pasados los 30 años, cuando existe un declive fisiológico de la fecundidad debida a un descenso de la calidad ovocitaria que se acusa desde los 35 años y aún más a los 38. Esto supone un problema, ya que la edad reproductiva social no coincide con la edad reproductiva biológica.

Además de la edad reproductiva, existen otras causas propias de las mujeres, como la amenorrea o disfunción ovárica, la endometriosis o los defectos de las trompas de Falopio.

Sin embargo, se ha de tener en cuenta que los problemas de fertilidad no solamente afectan a las mujeres, los hombres por otra parte, durante los últimos años han mostrado un empeoramiento de la calidad seminal (baja concentración, movilidad y morfología espermática). En cuanto a las causas que afectan exclusivamente a los hombres destacan los trastornos hormonales, varicocele, testículos no descendidos, baja calidad seminal y eyaculación retrógrada.

Sumado a todo lo anterior, hábitos de vida poco saludables como el consumo de ciertas sustancias (alcohol, tabaco, etc.), desórdenes alimenticios (obesidad o desnutrición), así como el ejercicio físico excesivo, contaminantes, trastornos autoinmunes o cáncer son otras causas que influyen tanto a hombres como a mujeres. A veces puede ser por la combinación de varias causas que consecuentemente, pueden englobar a los dos miembros de la pareja.

 

Consultas cada vez más frecuentes al farmacéutico

Una vez se toma la decisión de ser padres y después de meses de intentos fallidos, es recomendable acudir a profesionales sanitarios especializados. Muchos pacientes acuden también a la Farmacia Comunitaria en busca de información.

Debido a que algunos factores pueden afectar a la fertilidad, es aconsejable modificarlos. Se recomienda seguir una dieta saludable y equilibrada para alcanzar un peso adecuado, ya que actualmente se ha relacionado un elevado peso con alteraciones menstruales, infertilidad, aborto y complicaciones obstétricas. Sin embargo, aun cumpliendo el punto anterior, es imprescindible un aporte adicional de ácido fólico (vitamina B9) en mujeres ya que este micronutriente no se sintetiza en nuestro cuerpo y solo se obtiene de vegetales de hoja verde (espinacas, acelgas, etc.), sin alcanzar los niveles necesarios. Resulta de gran importancia cuando se administra 1 o 2 meses antes de la concepción ya que previene los defectos del tubo neural e interviene en la biosíntesis de aminoácidos y ácidos nucleicos.

Un hábito poco saludable es el tabaco, que afecta a la calidad seminal, reduce la receptividad endometrial, aumenta el riesgo de aborto e implica peores resultados por técnicas de reproducción asistida (TRA), por lo que es importante el servicio de cesación tabáquica.

Por otra parte, la farmacia dispone de productos de autodiagnóstico como son los test de ovulación y de fertilidad masculina, que resultan interesantes para parejas que han tomado la decisión de tener hijos y no han tenido éxito inmediato. En ocasiones, requieren de la intervención del farmacéutico para poder resolver las dudas que puedan surgir sobre el manejo e interpretación de los resultados. Además, como los resultados no son definitivos, el farmacéutico debe recordar en todo momento que es necesaria la confirmación de un profesional sanitario especializado.

El test de ovulación indica los días fértiles del ciclo menstrual cuando la hormona luteinizante (LH) tiene mayor concentración, es decir, los de mayor probabilidad de embarazo. En las mujeres con ciclos irregulares estos días no se identifican con claridad por lo que este tipo de test resultan especialmente útiles.

Dentro de la categoría de test de fertilidad masculina, se pueden diferenciar dos tipos. Los más simples, informan sobre la concentración espermática, mientras que los más complejos también lo hacen sobre la motilidad de los espermatozoides.

 

Tratamientos

Las TRA son las alternativas ante problemas de infertilidad y se describen brevemente a continuación:

  • Inseminación artificial (IA). Se depositan en el aparato genial femenino los espermatozoides de la pareja o de un donante mediante instrumental adecuado.
  • Fecundación In Vitro (FIV). Consiste en poner los espermatozoides en contacto con los óvulos en condiciones idóneas para favorecer que la fecundación se dé de forma espontánea.
  • Inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). Se introduce directamente en el ovocito el espermatozoide seleccionado.

Además, se emplean diferentes grupos de medicamentos que se utilizan de forma combinada, dependiendo de las características del paciente y de la TRA empleada. Se pueden clasificar según la indicación que presentan, y, además, existen diferentes vías de administración, pudiendo ser orales, parches transdérmicos, intramusculares o subcutáneas.

La coriogonadotropina alfa es un fármaco desencadenante de la ovulación, con el fin de controlar cuando se va a producir la ovulación y que resulte más fácil extraer los óvulos para una FIV o un ICSI, o bien realizar una inseminación artificial. Además, en ocasiones se requiere el control de la ovulación de la paciente para programar coitos.

Los medicamentos inductores o estimuladores de la ovulación actúan para que se consiga una ovulación normal o una mayor producción de ovocitos, sin embargo, no todos ellos presentan la misma relevancia, por ejemplo, el citrato de clomifeno ocupa un pequeño hueco entre los tratamientos de estimulación ovárica, aunque actualmente su uso ha disminuido. Por el contrario, los inhibidores de la aromatasa (letrozol y anastrazol) fueron desarrollados para el tratamiento de cáncer de mama avanzado, pero se descubrió que estimulan la ovulación en pacientes con baja respuesta. Además, las gonadotropinas de origen urinario (hMG o menotropina) y recombinantes (FSH y LH -folitropina alfa y beta, lutropina alfa o la combinación de ambas) a pesar de ser igual de eficaces, estas últimas se recomiendan con mayor frecuencia en España por su alta pureza, homogeneidad entre lotes y trazabilidad.

Los fármacos supresores hipofisiarios son los péptidos sintéticos que presentan afinidad por el receptor del GnRH1, pudiendo ser agonistas (triporelina, nafarelina y el acetato de leuprolide) o antagonistas (cetrorelix y ganirelix). Estos principios activos están indicados para algunos casos de síndrome de ovario poliquístico (SOP) y pacientes que en ciclos anteriores tengan con ovocitos de baja calidad.

Para la preparación del endometrio se emplean la progesterona y el estradiol, con los que se pretender reproducir la situación natural de forma optimizada con el fin de incrementar la probabilidad de embarazo. Para ello durante el periodo ventana de implantación, es decir, el periodo de receptividad endometrial, se hace coincidir la implantación del óvulo fecundado en el endometrio con los días 19 al 21 del ciclo menstrual.

En conclusión, una vez se detecte cualquier dificultad para conseguir el embarazo se consultará a un profesional especializado para que asesore adecuadamente. A pesar de ello, la Farmacia Comunitaria es en ocasiones un punto de consulta para pacientes en esta situación, tanto para aconsejar acudir a centros especializados cuando sea necesario, como proporcionar información sobre ciertos aspectos de algunos de los tratamientos utilizados.

 

FUENTE:

  1. Gil Peinado M. Tratamientos de fertilidad desde la Farmacia Comunitaria. Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF).
  2. Gil Peinado M. Complementos alimenticios en las distintas etapas fisiológicas de la mujer. Unidad formativa 2. Complementos alimenticios en Preconcepción y Embarazo: evidencia científica y aplicación en farmacia comunitaria. Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF).
  3. Saber más sobre fertilidad y reproducción asistida. Plan de calidad por el Sistema Nacional de Salud (SNS). Ministerio de sanidad, política social e igualdad, Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
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