El objetivo es reforzar y aumentar los puntos vacunales para descongestionar la carga del sistema asistencial.

FUENTE: EFE

Los farmacéuticos valencianos han ofrecido sus establecimientos como puntos de vacunación para ayudar a administrar a la población la vacuna frente a la covid-19 con el fin de reforzar y aumentar los puntos vacunales para descongestionar la carga del sistema asistencial.

En un comunicado, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), Jaime Giner, ha señalado que su labor sería complementaria a la que realizan otros profesionales sanitarios y en función de las necesidades del sistema sanitario.

Si se aceptara la ayuda por parte de la Administración, ha indicado, ésta se supeditaría a una necesaria planificación y organización de los protocolos de trabajo en coordinación con el resto de profesionales sanitarios.

El ministro de Sanidad, Savador Illa, señaló que la vacunación se prevé que se inicie el próximo domingo y el objetivo es que entre los meses de mayo y junio unos 20 millones de españoles hayan recibido ya la vacuna.

Ante este "plan tan ambicioso", Giner se pregunta "si el Sistema Nacional de Salud está capacitado para llevarlo a cabo con plenas garantías, sin riesgos que deriven en la saturación de centros sanitarios, tanto públicos como privados".

También se pregunta si se dispone del suficiente personal sanitario para desempeñar esta tarea o si no se dificultará la atención a los pacientes, ya que según las organizaciones sindicales ocho de cada diez centros de salud están saturados y en la mayoría se ha prescindido de la detección precoz y las revisiones.

Giner ha recordado que, en previsión de la coincidencia de las campañas de vacunación frente a la gripe y la COVID, el MICOF propuso "hace meses a Sanidad la realización de un proyecto piloto para incorporar al farmacéutico comunitario a la actual red de centros sanitarios donde se lleva a cabo la administración de la vacuna antigripal a la población valenciana de riesgo".

Según ha recalcado, se trata de un recurso sanitario que en países como Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Australia, Portugal o Francia ya es una realidad.

Además, indica, "es un hecho que si la vacunación se realizase através de la farmacia comunitaria se incrementaría de forma significativa la tasa de vacunación, además de ayudar a descongestionar y liberar la carga asistencial que soportan actualmente los centros sanitarios".

Giner también ha comentado que las farmacias no quieren "hacer más de lo necesario si la organización sanitaria puede asumir la demanda de la vacunación contra ambas enfermedades".

"Solo se ofrecen como un refuerzo en caso de que la red sanitaria nos necesitara", según el presidente de los farmacéuticos, que ha añadido que "por mucho que la Administración nos relegue a una posición ajena al sistema, no dejamos de ser los profesionales sanitarios más cercanos y accesibles al ciudadano, gracias a la capilaridad de nuestra red de farmacias comunitarias".

Giner ha destacado que la propuesta de los farmacéuticos "tampoco quiere formar parte de un proyecto vacunal improvisado" y considera necesaria "una buena planificación y el establecimiento de unos protocolos claros de actuación y coordinación de todos los profesionales sanitarios".

"Sin esas dos condiciones imprescindibles, seríamos los primeros en rechazar formar parte de una estrategia que sería necesariamente fallida", ha advertido.

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