El desarrollo psicomotor es un proceso continuo durante los primeros años de vida. La falta de control de la posición de la cabeza o no responder a voces conocidas pueden ser señales de alerta. La detección temprana es fundamental para abordar el retraso en el desarrollo.

FUENTE. 20 Minutos

Durante los primeros años de vida de un niño está presente el desarrollo psicomotor o DPM. Este término hace referencia a una serie de transformaciones y adquisición de habilidades que serán importantes para su maduración. Sin embargo, puede haber algunos signos de alarma que avisen de que el desarrollo no se está produciendo como debiera.

Es muy importante explicar los signos de alarma del desarrollo psicomotor de los niños porque, como bien expone la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), "el desarrollo psicomotor es un proceso continuo". Esto quiere decir que su evolución es progresiva, continua y constante durante los primeros 2 y 3 años de vida.

Signos de alarma motores

La Asociación Vasca de Pediatría de Atención Primaria (AVPAP) resume algunos de los signos de alarma motores más significativos. La falta de control de la posición de la cabeza a los 4 meses, incapacidad para mantenerse sentado, ausencia de desplazamiento autónomo a los 10 meses o no coger objetos a partir de los 5 meses son signos que no se deben pasar por alto.

Además, puede haber ausencia de gateo, dificultad para señalar con el dedo pulgar o presentar movimientos anormales como temblores. Si se detectan con tiempo, estos signos de alarma motores pueden recuperarse siempre y cuando sean una disociación, es decir, "un retraso cronológico en una única área del desarrollo con normalidad en el resto de las áreas", como dice la AVPAP.

Signos de alarma en el desarrollo cognitivo

Además de la parte más física, también es fundamental prestar atención a los posibles signos de alarma que puedan avisar de un posible retraso con respecto al desarrollo cognitivo. En estos casos, la AVPAP recomienda prestar atención a la falta de la sonrisa, el escaso interés por personas u objetos (los bebés son muy curiosos) o la falta de reacción ante voces familiares.

Cuando lleguen los 12 meses conviene advertir si hay falta de imitación de gestos o no se comprenden las prohibiciones. Ya a los 18 meses, si no se realiza el juego imitativo, conviene pedir ayuda. Esta es una advertencia de que hay un retraso en el desarrollo psicomotor que debe resolverse lo antes posible.

Otros signos de alarma y expectativas

Existen otros signos de alarma sobre el desarrollo psicomotor como las anomalías oculares, los trastornos del tono muscular, ausencia de seguimiento visual, falta de orientación hacia la fuente del sonido, no señalar partes de la cara a los 2 años o rechazar el contacto físico.

La AVPAP explica que "la detección temprana de un trastorno del desarrollo permitirá la instauración de un programa de atención temprana (...) que pueda mejorar la sintomatología y en ocasiones evitar que una patología se instaure como definitiva". Por ello, los progenitores deben estar atentos a todas estas señales de alerta que pueden indicar retrasos en el desarrollo psicomotor.

Los primeros años de vida son importantes para cualquier bebé, pues es un "periodo de gran plasticidad y muy sensible a los estímulos externos", como indica la AEPAP. Por eso, conviene prestar atención a los signos y señales de alerta. Cuanto antes se detecten, antes se podrá abordar el problema.

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