Caminar diariamente es la forma más sencilla de evitar el riesgo de que se forme un coágulo sanguíneo en la pierna.

FUENTE: 20 Minutos

Caminar es la alternativa más sencilla y saludable para evitar el riesgo de padecer una trombosis, caracterizada por la formación de un coágulo sanguíneo en una o más venas profundas del cuerpo, normalmente en las piernas, según destacan los especialistas de Mayo Clinic.

En este sentido, "los desplazamientos largos, sobre todo en el coche y en avión, favorecen la aparición de una trombosis venosa y de una embolia pulmonar", por lo que es aconsejable practicar ejercicios para evitar su aparición o agravamiento.

En el caso de haber padecido una enfermedad tromboembólica venosa, lo más recomendable es "caminar sin forzarse", ya que "las molestias o el cansancio que puedan aparecer deben ser tu límite", explican desde Trombo.info, de la Fundación para el Estudio de la Enfermedad Tromboembólica.

¿Cómo mejorar la circulación sanguínea?

Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que las personas adultas dediquen, al menos, 30 minutos diarios a la práctica de una actividad física de intensidad moderada, como puede ser caminar, para prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles y mejorar el estado de salud.

Si caminar no es posible, existen una serie de ejercicios concretos sencillos de hacer en casa e incluso en el trabajo que contribuyen a la mejora de la circulación de la sangre, como los que indican desde la Asociación Cuida tus Venas:

  • Colocarse de pie y con la espalda recta. Acto seguido ponerse de puntillas y bajar lentamente, repitiendo este movimiento varias veces. Asimismo, probar a caminar sobre los talones y sobre las puntas de los pies durante unos minutos.
  • Sentarse en una silla y proceder a separar y juntar las puntas de los pies varias veces.
  • Otro ejercicio que se puede hacer sentado consiste en balancear los pies de forma suave desde los dedos a los talones. Asimismo, elevar los talones apoyando la punta de los pies en el suelo puede ser un buen ejercicio para activar la circulación.
  • Tumbarse en una esterilla o en la cama y pedalear boca arriba en el aire. Otra opción consiste flexionar y extender los dedos de los pies con las piernas levantadas y estiradas.
  • El siguiente ejercicio consiste en llevar una pierna al pecho sosteniéndola con las manos y manteniendo la rodilla flexionada mientras la otra permanece estirada en el suelo. Se pueden hacer varias repeticiones de unos 30 segundos con cada pierna.
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