La hernia de hiato es una afección por la que se produce un abultamiento en la parte superior del estómago debido a una abertura del diafragma, es decir, el músculo que separa el estómago del tórax y ayuda a impedir que el ácido pase hacia el esófago.

Por este motivo, es muy frecuente que, cuando una persona tiene hernia de hiato, el ácido suba, produciéndose lo que se conoce como reflujo gastroesofágico y produciendo diferentes síntomas en el paciente, tal y como señalan desde MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE UU.

Esta enfermedad es más frecuente a partir de los 50 años, pero existen muchas personas de todas las edades que sufren hernia de hiato y que, además, están sanas en el resto de aspectos, según los datos de la Clínica de la Universidad de Navarra.

Síntomas más comunes de la hernia de hiato

Tal y como indican ambos medios especializados, hay algunos síntomas que son los más habituales cuando se produce hernia de hiato:

  • Ardor, acidez o quemazón
  • Carraspera y tos seca
  • Asma bronquial
  • Dificultad respiratoria
  • Problemas para tragar
  • Mal aliento
  • Náusea y/o vómitos
  • Daño en los dientes

Además de estos, en Mayo Clinic suman otros cuantos síntomas más que también se pueden producir cuando se da hernia de hiato, como dolor abdominal o en el pecho, sentirse lleno poco después de comer o vómitos con sangre y heces de color negro, que pueden indicar sangrado gastrointestinal.

Causas que provocan la hernia de hiato

En la mayoría de los casos, se desconoce la causa por la que se produce la hernia de hiato. Una de estas podría ser la debilidad de los músculos que la rodean, así como una lesión o un defecto congénito.

La posibilidad de sufrir hernia de hiato aumenta con la edad, sobre todo, a partir de los 50 años. También es más probable que se produzca en personas fumadoras o con obesidad.

Concretamente, los cambios en el diafragma por la edad, las lesiones en la zona producidas por un traumatismo o ciertas clases de cirugía, así como nacer con un hiato inusualmente grande y por la constante presión en los músculos circundantes al toser, vomitar, evacuar o hacer ejercicios intensos puede provocar la hernia de hiato.

Por último, los hábitos de vida, sobre todo, los hábitos dietéticos, son factores factores que pueden contribuir al reflujo gastro-esofágico. El chocolate, la pimienta, las especias, la menta, las grasas, el café y las bebidas alcohólicas, así como el tabaco, están contraindicados.

Tratamiento de la hernia de hiato

En la mayoría de los casos no hace falta un tratamiento específico para la hernia de hiato, a no ser que se den complicaciones de la enfermedad. Por tanto, el tratamiento del va a depender  de su severidad: en los casos leves será suficiente con contralar los síntomas, como el reflujo, con algunas recomendaciones y cambiando los hábitos de vida, mientras que en los casos graves se pueden necesitar cirugía o medicamentos.

Entre los medicamentos, que debe de recetar un médico, se encuentran los antiácidos que neutralizan el ácido estomacal, los medicamentos para reducir la producción de ácido (incluyen la cimetidina) o medicamentos que bloquean la producción de ácido y curan el esófago, conocidos como inhibidores de la bomba de protones.

Cuando los medicamentos no funcionan correctamente, se puede pasar a la cirugía, así como para las personas que tienen inflamación grave o estrechamiento del esófago. La cirugía consiste en empujar el estómago hacia abajo y reducir el tamaño de la abertura en el diafragma o reconstruir el esfínter esofágico.