Las temperaturas suben en España. Ante la llegada de una ola de calor, Cruz Roja recuerda consejos básicos para protegerse, prestando especial atención a las personas mayores y a personas con enfermedades crónicas. Beber líquidos regularmente y en abundancia, comidas ligeras o mantener el hogar fresco son algunas de las recomendaciones

FUENTE: EFE Salud

El calor extremo puede desencadenar serios problemas de salud, ya que nuestro cuerpo se ve obligado a realizar un mayor esfuerzo para mantener la temperatura corporal normal.

Algunos de los posibles efectos negativos de las altas temperaturas sobe nuestra salud son: calambres, deshidratación, insolación o golpe de calor, especialmente preocupantes en la población infantil y en las personas mayores.

“El calor no afecta a todas las personas por igual, entre las más vulnerables encontramos a las personas mayores, especialmente las que viven solas o son dependientes y, por ello, tenemos que estar especialmente atentos con ellas”, recalca Cristina Ferrero, del área de Salud de Cruz Roja.

También es especialmente vulnerable la población infantil (sobre todo niños y niñas menores de 4 años), las personas con enfermedades crónicas y en tratamiento con determinados fármacos, personas con obesidad o exceso de pesopersonas con discapacidad, mujeres embarazadaspersonas sin hogar.

Pero los efectos adversos para la salud de las olas de calor se pueden prevenir en gran medida siguiendo consejos muy sencillos y llenos de sentido común, que se añaden a los consejos para protegerse de la COVID-19.

Consejos para sobrellevar la ola de calor

Cada año, durante los meses del verano, Cruz Roja desarrolla la campaña de información y sensibilización para la promoción de hábitos saludables básicos (relacionados con la alimentación, la hidratación, la exposición al sol, entre otros) que contribuyen a evitar o reducir el impacto negativo de las altas temperaturas en el organismo.

Con el fin de reducir los problemas derivados de las altas temperaturas, Cruz Roja recuerda una serie de pautas sencillas en el día a día para poder disfrutar del calor y del verano con más seguridad:

  • Mantenerse alejado del calor. Evite salir y realizar actividades extenuantes durante el momento más caluroso del día. Manténgase a la sombra, no deje a niños o animales en vehículos estacionados y, si es necesario y posible, pase 2–3 horas del día en un lugar fresco mientras respeta la distancia física de al menos 1,5 metros y use la mascarilla cuando corresponda.
  • Mantener el hogar fresco. Use el aire nocturno para enfriar su hogar. Reduzca la carga de calor dentro de casa durante el día usando persianas y apagando la mayor cantidad posible de dispositivos eléctricos.
  • Mantener el cuerpo fresco e hidratado. Use ropa ligera que transpire y de colores claros, tome duchas o baños fríos y beba agua regularmente, evitando las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína. Haga comidas ligeras que le ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
  • Si tiene que permanecer en el exterior procure estar a la sombra, use ropa ligera y de color claro, protéjase del sol, use sombrero, protección solar y gafas de sol adecuadas. Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire.
  • Mientras se cuida, planifique ver a familiares, amistades y vecinos que pasan gran parte de su tiempo a solas. Las personas vulnerables pueden necesitar ayuda en los días calurosos, y si alguien que conoce está en riesgo, dele apoyo mientras respeta las recomendaciones de distanciamiento físico.
  • Si tiene problemas de salud, consulte con su médico acerca de las medidas suplementarias que debe adoptar si padece alguna enfermedad de riesgo. Siga tomando sus medicamentos. No se automedique.
  • Si se encuentra mal a consecuencia del calor, pare la actividad que esté desarrollando, intente situarse en un lugar fresco y pida ayuda. Si tiene síntomas relacionados con la COVID-19, recuerde permanecer en casa.

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