La inmunoterapia es la última gran revolución en el abordaje del cáncer. Los datos de está práctica médica arrojan esperanza tanto en los pacientes como en los sanitarios. Sin embargo, 4 de cada 10 pacientes se informa a través de Internet y no conocen realmente sus beneficios

FUENTE: EFE Salud

Los resultados de la inmunoterapia frente al cáncer aportan un enfoque terapéutico que abre las puertas a un futuro prometedor donde la reducción de efectos secundarios, la mejora de la calidad de vida, el aumento de la superveniencia y la curación son viables.

Luis Álvarez-Vallina, inmunólogo del Servicio de Inmunología y jefe de la Unidad de Inmunoterapia del Cáncer del Hospital 12 de Octubre de Madrid, explica que la inmunoterapia “representa un cambio de paradigma en los tratamientos oncológicos basándose en la acción de un sistema activo”, es decir, se dota al paciente de memoria inmunológica, lo que permite reconocer de forma mas rápida y eficiente antígenos específicos.

El desconocimiento por parte de las personas que conviven con esta enfermad y de sus cuidadores ha llevado a la Fundación MÁS QUE IDEAS a lanzar la iniciativa visual “¿Qué es la inmunoterapia? La pregunta que nos hacemos muchas personas con cáncer”.

Las dudas sobre este tratamiento son resueltas por parte de Teresa Terrén, presidenta de la Fundación:

¿Cómo funciona la inmunoterapia?

La inmunoterapia refuerza y reactiva la respuesta del sistema inmunitario. El objetivo es que el propio organismo detecte las células tumorales y elimine parcial o totalmente el tumor, o bien que regrese al crecimiento impidiendo que la enfermedad se extienda por todas partes del cuerpo.

No está aprobada para todos los tipos de cáncer ni es aplicable a todas las personas, aunque su efectividad muestra un porcentaje significativo “de forma que se pueda obtener respuestas de larga duración con unos perfiles de toxicidad más seguros”, explica Álvarez-Vallina.

En ciertos tipos de cáncer como cabeza, cuello, linfoma, colorrectal, melanoma, pulmón, riñón y vejiga se ha demostrado la eficacia y seguridad.

¿Cómo se administra y cuánto dura el tratamiento?

Este tratamiento se puede administrar por diferentes vías:

  • Intravenosa, directamente en la vena.
  • Subcutánea, inyectada por debajo de la piel.
  • Vía tópica, sobre la piel.
  • De forma oral mediante la toma de cápsulas o pastillas.
  • A través de la cavidad donde se encuentra el tumor, como por ejemplo en el cáncer de vejiga.
  • O atacando directamente al tumor por vía intratumoral.

Según el jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Pulmón y del Servicio de Oncología Médica del Hospital 12 de Octubre, Luis Paz-Ares, en los “últimos 10-15 años las estrategias de inmunoterapia como los inhibidores de PD-1/PD-L1 o CTLA-4, o las células CAR-T, entre otras, han demostrado una eficacia muy relevante en grupos de pacientes, aunque todavía minoritarios”.

El tratamiento puede durar semanas o meses dependiendo de varios factores: el tipo de cáncer, su localización, los efectos secundarios y el tipo de inmunoterapia.

Un tratamiento personalizado

La investigación continua en busca de mejores biomarcadores, una mayor reducción de la toxicidad del tratamiento y averiguar por qué no funciona en algunos tumores.

El oncólogo Delvys Rodríguez Abreu, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Insultar de Gran Canaria, señala: “El mayor reto que tenemos es encontrar factores predictivos de respuesta que nos permitan realizar un tratamiento personalizado según las características de cada paciente”.

Cada vez más personas se preguntan en que consiste este tratamiento, ya que cada vez son más los pacientes que pueden acceder a él.

Los ensayos clínicos no cesan y a pesar de ser un tratamiento administrado en casos de enfermedad avanzada, empieza su aplicación en fases tempranas.

Teresa Terrén pone de manifiesto la carencia de recursos informativos sobre inmunoterapia, así como la necesidad de un lenguaje más comprensible para la ciudadanía y accesible de manera online.

Los estudios reflejan que 4 de cada 10 personas con cáncer se informan a través de Internet (42,6 %) y  por los medios de comunicación (42 %), dejando en tercer lugar a médicos y sanitarios (25,8 %) y las asociaciones y ONG’s en cuarto puesto (19,7 %).

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