En verano es cada vez más frecuente que se produzcan las llamadas ‘olas de calor’, y con ello aumenten muchos de los problemas que las altas temperaturas pueden ocasionar en la salud de muchas personas. ¿Por qué el calor puede ser peligroso para nuestra salud? ¿De qué manera el calor puede afectarnos?

FUENTE: El Periódico

Según explica la doctora María del Campo Giménez, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y miembro del Grupo de Educación Sanitaria y de Promoción de la Salud del PAPPS de semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria), un exceso de calor puede ocasionar una alteración en el sistema que controla la temperatura de nuestro cuerpo.

De acuerdo con las estadísticas del Instituto de Salud Carlos III, los fallecimientos atribuibles a las olas de calor en España son unos 1.300 al año. Pero, ¿por qué se producen? “Normalmente, el cuerpo produce sudor para enfriarse, pero existen situaciones en las que no consigue su objetivo, por lo que la temperatura del cuerpo aumenta, lo que puede dañar nuestra salud”, explica esta especialista. Con ello, la doctora Del Campo subraya que tenemos que prestar atención ante la aparición de malestar, de mareo, de dolor de cabeza, si aparecieran náuseas, vómitos, o sensación de calambres, aparte de sudoración excesiva, o un enrojecimiento de la piel, como principales síntomas.

“En estas situaciones se recomienda suspender la actividad que se esté realizando, refrescarse, y descansar en un lugar fresco; aparte por supuesto de beber agua. Si los síntomas persisten o no hay mejoría tras las medidas iniciales, se recomienda valoración en el punto de atención sanitaria más cercano o llamar al teléfono de emergencias 112”, prosigue la médico de familia.

“Si aparecen síntomas como elevación de la temperatura corporal, dolor de cabeza intenso, fatiga, o pérdida de conciencia, puede que estemos ante una persona que esté sufriendo un golpe de calor, por lo que debe pedir ayuda inmediatamente”, advierte la miembro de semFYC.

Así, alerta de que, aunque en principio cualquier persona puede verse afectada por el calor, hay grupos de personas que son especialmente sensibles a los efectos del calor y a sus consecuencias; de ahí la importancia de la realización de actividades preventivas, el autocuidado, y la detección precoz de síntomas.

Consejos para combatir el calor y sus posibles consecuencias

La doctora María del Campo Giménez enumera los principales consejos que debemos seguir frente al calor del verano:

Evite salir de casa y la realización de actividades que requieran un esfuerzo físico durante las horas centrales del día.

Si tuviera que salir o exponerse al sol por motivos laborales, se recomienda alternar con periodos de descanso a la sombra y mantenerse hidratado, beba agua con cierta frecuencia.

Use gorras, sombreros, ropa holgada que transpire, gafas de sol con filtros homologados frente a radiaciones ultravioletas y protectores solares para la piel.

Evite comidas copiosas y calientes. Tome frutas y verduras.

Beba agua de manera frecuente. No consuma bebidas azucaradas ni alcohólicas, aumentan la deshidratación y son perjudiciales para la salud.

Mantenga fresca su vivienda, cierre las persianas y las cortinas de las fachadas expuestas al sol y recuerde abrirlas por la noche para ventilar y refrescar.

Apague la luz artificial y los aparatos eléctricos cuando sea posible. o Mantenga sus medicamentos en un lugar fresco.

No deje en el interior del coche a personas con las ventanillas cerradas cuando estacione el coche.

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