Fármacos muy comunes como el ibuprofeno o los anticonceptivos orales pueden causar reacciones al tomar el sol

Fuente: El Mundo

Con la llegada de las altas temperaturas propias del verano, prácticamente todos sabemos la importancia de protegerse del sol y del calor: extender sobre nuestra piel un fotoprotector adecuado a nuestro tono de piel, hidratarnos correctamente, evitar las horas de más calor dentro de lo posible... Pero sin embargo, muchas veces por desconocimiento, no reparamos en la importancia de extremar esas precauciones cuando estamos siguiendo algún tratamiento farmacológico.

Además, sobre todo cuando nos enfrentamos a una ola de calor, es muy importante almacenar esos medicamentos de la manera adecuada para que conserven todas sus propiedades y no se conviertan en algo peligroso para nuestra salud.

¿TODOS LOS MEDICAMENTOS SE ESTROPEAN CON EL CALOR?

No, no todos. Si alguien pidiese una norma común de conservación para todos los medicamentos no se le podría dar, ya que cada uno tiene unas características diferentes y por eso es tan importante leer el prospecto.

En el apartado "conservación" nos indicará si ese fármaco debe guardarse entre 2ºC y 8ºC (en nevera), a temperatura ambiente por debajo de 25ºC o por debajo de 30ºC.

¿TODOS DEBEN CONSERVARSE POR DEBAJO DE 30ºC?

No. Hay medicamentos que no requieren de condiciones especiales de temperatura de conservación.

Estos fármacos pueden incluso estar expuestos a temperaturas ambientales de 40ºC sin que se degraden. Todo dependerá de lo que nos indique en el prospecto, aunque que puedan estar temporalmente a altas temperaturas no permite que los dejemos en verano en la guantera del coche o en el maletero a pleno sol.

¿ES REALMENTE TAN IMPORTANTE VIGILAR LA TEMPERATURA?

Me temo que sí, es algo esencial para que los medicamentos mantengan sus características de calidad, seguridad y eficacia. No es algo puesto al azar ni de manera estándar, sino que se ha probado en laboratorio en las fases de elaboración de cada fármaco. La duración y las condiciones de conservación se establecen en función de los resultados de los ensayos de estabilidad a los que son sometidos antes de ponerse a la venta en farmacias.

ESTOY TOMANDO MEDICAMENTOS, ¿PUEDO TOMAR EL SOL?

Depende de qué tomemos. Si el fármaco pertenece a los denominados "medicamentos fotosensibilizantes", podemos acabar sufriendo fácilmente una reacción que puede ir desde una quemadura hasta una alergia.

¿CÓMO SON ESAS REACCIONES?

Existen dos tipos de reacciones: las fototóxicas y las fotoalérgicas. Las primeras son las más comunes y ocurren habitualmente con medicamentos que se toman vía oral.

La reacción aparece en minutos u horas y consiste generalmente en una quemadura con pequeñas ampollas. Por su parte, en las reacciones fotoalérgicas el propio fármaco se convierte en un alérgeno por acción de la radiación solar y la consecuencia suele ser una reacción alérgica similar a la dermatitis de contacto. Es más habitual en los fármacos vía tópica como cremas o pomadas, y los síntomas aparecen entre 12 y 72 horas después de exponernos al sol.

¿CUÁLES SON ESOS FÁRMACOS FOTOSENSIBILIZANTES?

Pues son medicamentos muy habituales que seguramente ustedes tienen en casa, no estamos hablando para nada de fármacos extraños. Los más comunes son los denominados Antiinflamatorios No Esteroideos (AINE), tales como el ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco o ketoprofeno.

También anticonceptivos orales como el etinilestradiol, estradiol o el levonorgestrel. Fármacos para bajar la tensión arterial como el enalapril o el losartán.

También antibióticos como la azitromicina o el norfloxacino. Antiulcerosos como el omeprazol o la ranitidina y psicofármacos y antidepresivos como el diazepam, el alprazolam o la fluoxetina.

Pero también fármacos para bajar el colesterol como la simvastatina o la atorvastatina o antihistamínicos tan comunes como la ebastina. Seguro que al menos uno de estos fármacos forma parte de su botiquín.

¿SE PUEDEN PREVENIR ESTAS REACCIONES?

La opción menos recomendable para evitar sufrir una de estas posibles reacciones es, lógicamente, dejar de tomar el fármaco para poder tomar el sol. Descartada esta idea, para poder prevenir al máximo las reacciones fototóxicas o fotoalérgicas evitaremos exponernos al sol cuando el índice de radiación ultravioleta sea alto. Además, utilizaremos prendas que nos protejan de la acción directa del sol y protección solar 50+.

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