La cantidad de peso que se debe ganar en el embarazo depende del IMC de la madre.

Fuente: 20 Minutos

Uno de las preocupaciones a las que se enfrentan las mujeres cuando se quedan embarazadas es a la ganancia de peso. Por un lado, preocupa la imagen corporal y cuántos kilos quedarán tras el embarazo, y por otro, de qué manera puede afectar a la salud de la madre y a la del bebé ganar más o menos peso del necesario. Aunque variará mucho de una persona a otra, en función de su complexión, ICM, etc., hay un peso máximo y mínimo que se recomienda ganar en el embarazo para evitar complicaciones.

¿Cuánto peso hay que ganar durante el embarazo?

El peso que debe ganar una mujer durante la gestación depende del peso preso que tenía antes de quedarse embarazada. Se considera un peso es normal o normopeso, si el ICM (índice de masa corporal se encuentra entre 18,5 y 24,9). Por encima de este índice, se dice que tenemos sobrepeso, y si es mayor a 30 se considera obesidad. Para calcular el ICM hay que dividir el peso en kilos entre la estatura al cuadrado. Es decir, que si una mujer pesa 55 kilos y mide 1,65, su ICM será de 20,20.

En situación de normopeso, hay bastante consenso en considerar que lo más adecuado, como apunta SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) es aumentar entre 11 y 16 kilos de peso a lo largo del embarazo. En caso de embarazos gemelares o múltiples, la horquilla deberá estar entre 14 y 23.

En caso de tener un ICM inferior a 18,5, la horquilla se movería entre los 12 y los 18, en caso de sobrepeso entre los 9 y los 7 y los 11 y si existe obesidad entre 4 y 9.

Aunque lo que más importa es que el peso total, no podemos olvidar que esta ganancia de peso no debe repartirse por igual a lo largo de todo el embarazo. Así, por ejemplo, mientras que en el primer trimestre apenas hay ganancia de peso (unos dos kilos), en el segundo y el tercer trimestre la ganancia de peso será mucho mayor, alrededor de unos 400-500 gramos a la semana de media.

¿Dónde va el peso que se gana en el embarazo?

Aunque la báscula asuste, en realidad no es mucha la grasa que se gana en el embarazo, sino que el aumento de peso se debe sobre todo a los tejidos que se forman durante el embarazo. Así, de media y aproximado, el peso que se sube en el embarazo se debe a:

  • Bebé: Unos 3 kilos
  • Placenta: Entre 0,5 y 1,5 kilos
  • Líquido amniótico: Entre 1 y 1,5 kilos
  • Tejido mamario: Entre 1 y 1,5 kilos
  • Riego sanguíneo: Entre 1,2 y 2 kilos
  • Depósitos de grasa: Entre 2,5 y 4 kilos
  • Crecimiento del útero: Entre 1 y 2,5 kilos

¿Qué pasa si se gana demasiado -o demasiado poco- peso en el embarazo?

Más allá de las consecuencias estéticas, ganar peso de más durante el embarazo puede ser peligroso, tanto para la madre como para el feto. El sobrepeso durante la gestación aumenta las probabilidades de diabetes gestacional, trastornos de la presión arterial alta del embarazo, como la preeclampsia, trabajo de parto prolongado y la necesidad de una cesárea. Además, tener demasiado peso tras el embarazo -algo probable si se ha engordado mucho- aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos en el posparto.

En cuanto al bebé, el sobrepeso también puede incrementar el riesgo de sufrir alteraciones durante su crecimiento, como los defectos del tubo neural, y tienen más probabilidades de nacer de manera prematura o de desarrollar obesidad en la niñez.

Subir de peso por debajo de lo recomendado también tiene sus riesgos, pues el feto puede ser más pequeño de lo esperado, tener un crecimiento intrauterino retardado (CIR) o nacer de manera prematura, con todo lo que esto implica.

¿Cómo ganar el peso adecuado en el embarazo?

El profesional de la salud que controla el peso de las mujeres embarazadas suele ser la matrona, que dará las recomendaciones pertinentes en función de cada caso, pero, en general, para ganar un peso adecuado durante el embarazo, además de hacer siempre caso a las matronas y ginecólogos, debemos, básicamente, seguir dos premisas: una dieta sana y equilibrada -con las restricciones propias del embarazo- y hacer ejercicio con regularidad.

Lo normal es que las embarazadas tengan más apetito de manera natural, y hay que hacer caso a este apetito porque se necesitan calorías extra para llevar a cabo una gestación, pero que este apetito extra no se traduzca en comida poco saludable y rica en grasas y azúcares, sino en más frutas y verduras, frutos secos, pescado, carnes magras y legumbres. Tampoco es recomendable hacer algún tipo de dieta restrictiva durante la gestación, pues podría poner en riesgo en desarrollo normal del feto.

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