El 14 de octubre es el Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes.

Fuente: 20 Minutos

Según datos de la Organización nacional de trasplantes, más de 50 mil personas han donado han donado sus órganos en nuestro país, 46 mil tras fallecer y más de cinco mil han sido donantes en vida de un riñón o de parte de su hígado. Gracias a este acto altruista, se han realizado más de 116 mil trasplantes de órganos y más de 400 mil de tejidos y células y se han salvado miles de vidas.

En España, según la Ley de trasplantes, todos somos considerados donantes si en vida no hemos expresado lo contrario. Es lo que se conoce como consentimiento presunto. Aun así, siempre se necesita el consentimiento de la familia para formalizar la donación, incluso si el fallecido tiene la tarjeta de donante, un documento que testimonia el deseo de ser donante de órganos tras el fallecimiento, pero que, en el momento de la donación, no tiene validez legal.

Obviamente, la donación de órganos como el corazón, el páncreas o los pulmones, y de tejidos como las córneas o las arterias, deben hacerse después de morir, si se dan las condiciones adecuadas y la familia del fallecido da su consentimiento, pero en otras ocasiones, podemos donar tejidos o partes de órganos en vida.

¿Qué órganos se pueden donar en vida?

Los órganos que se pueden donar en vida son un riñón, un lóbulo del pulmón, un lóbulo del hígado, una sección del intestino o una parte del páncreas. El trasplante más común es el de riñón. En España este tipo de donación esta regulada por ley y para que sea posible tienen que darse una serie de requisitos, como que el donante ha de ser mayor de edad y gozar de buena salud física y mental. La Ley especifica cómo deben actuar cada uno de las personas implicadas en el proceso -médicos y personal judicial y donante y receptor- para garantizar los derechos de ambas partes, la libertad en las decisiones, la voluntariedad, la gratuidad y el altruismo. Además de los legales, para donar cada uno de los órganos también tienen que darse una serie de requisitos en cuando a salud, como no padecer enfermedades renales, cardíacas, pulmonares o metabólicas, infecciones, obesidad, diabetes o hipertensión. Tampoco se recomienda que se haga si se tiene el hábito de beber o fumar. En el caso de la donación de una parte del hígado, el donante será, preferiblemente, menor de 55 años.

Donar parte del páncreas, pulmón o intestino es bastante menos frecuente. Y es que, si donamos un riñón, tenemos otro que funciona correctamente; y si donamos un lóbulo del hígado, este se habrá regenerado complemente en unas seis semanas. No ocurre con el intestino, el páncreas o un pulmón, por lo que el paciente donante deberá vivir el resto de su vida sin una parte de este órgano, con los riesgos de conlleva.

¿Qué tejidos se pueden donar mientras vivimos?

La donación de ciertos tejidos también es posible en vida, y no representa ningún riesgo para la donante. Las donaciones más comunes son las de sangre, médula ósea y sangre del cordón umbilical.

Donación de sangre. Es la más común de todas y se suele utilizar sobre todo para los pacientes durante intervenciones quirúrgicas o tras accidentes. Los requisitos para ser donante de sangre son, en general, tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos y estar bien de salud, lo que implica no tener infecciones activas o recientes o no haber sido a cirugías -aunque sean menores- recientemente. Para ser donante, ya sea ocasional o regular, solo hay que acercarse a los centros de trasfusión de hospitales o los puntos móviles.

Médula ósea. Donar médula ósea puede ayudar a salvar la vida a pacientes con leucemia, que son la mayoría de receptores de este tejido, pero también ayudar a pacientes con linfoma o síndromes mielodisplásicos. Los requisitos para ser donante son tener entre 18 y 60 años sanos y sin enfermedades trasmisibles. Sin embargo, desde 2018 solo se incluirán en el registro de nuevos donantes las personas menores de 40 años, puesto que son de los que mejores resultados obtienen.

Sangre del cordón umbilical: La sangre del cordón umbilical contiene células madre sanguíneas, especializadas en la renovación de todas las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Puede ser donante cualquier embarazada sana mayor de 18 años, con un embarazo normal (no patológico) y un parto que transcurra sin complicaciones. El proceso de donación se lleva a cabo en el hospital en el que se va a dar a luz si este está autorizado y se recolecta en el momento del parto y se lleva a los bancos de sangre de cordón umbilical.

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