La diarrea es el síntoma más común de esta enfermedad vírica, muy frecuente entre los más pequeños.

Fuente: Heraldo

En ocasiones, los centros de estudios, actividades extraescolares y otras situaciones donde los más pequeños socializan se convierten en focos de contagios entre ellos. Uno de los virus más comunes entre las enfermedades de los niños es el estomacal, denominado como gastroenteritis. Durante el curso pasado, el uso de mascarillas y especial atención a las medidas de higiene evitó muchos contagios de dicha enfermedad.

Esta infección supone la inflamación o hinchazón del estómago y los intestinos y puede manifestarse de diferentes formas. Los gérmenes que provocan esta dolencia pueden entrar al organismo por distintas vías: a través de líquidos y productos de alimentación, por contacto cercano entre personas, o por el uso de objetos y utensilios comunes, sobre todo, los gestionados en comedores y otros lugares similares.

La duración de este trastorno digestivo varía, desde unos pocos días hasta algunas semanas, y de acuerdo con Asociación Española de Pediatría (AEP), es uno de los problemas de salud más frecuentes entre los niños. Aunque los síntomas más comunes son los vómitos y diarrea, los efectos de la gastroenteritis pueden extenderse a la manifestación de calambres (cólicos) abdominales -retortijones-, fiebre e inapetencia.

Síntomas de la gastroenteritis infantil

  • Diarrea
  • ​Vómitos
  • ​Retortijones
  • ​Fiebre
  • Inapetencia
  • Deposiciones blandas

La diarrea es el más característico de los síntomas entre los pacientes infantiles. Heces blandas, acuosas o líquidas que se dan en un número mayor de lo habitual. Por otro lado, uno de los efectos de la gastroenteritis que genera mayores complicaciones entre los niños es la deshidratación, ya que durante esta enfermedad el estómago no es capaz de retener líquidos y sales por culpa de la diarrea y los vómitos.

Boca seca, llanto sin lágrimas, ojos hundidos y falta de orina son síntomas de deshidratación. Motivo por el que es fundamental que durante un cuadro de gastroenteritis el paciente beba mucho agua y otros líquidos, como bebidas isotónicas, para estar bien hidratado. Por otro lado, es fundamental ir al médico -en este caso al pediatra- para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado y seguir las recomendaciones necesarias, como la dieta, para poner remedio cuanto antes a la gastroenteritis.

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