Se ha observado en los siete meses posteriores y en una población con una media de 39 años, sin comorbilidades ni sintomatología previa

Fuente: La Razón

Las personas que han sobrevivido a la covid con frecuencia se quejan de disfunción cognitiva, que se ha descrito como confusión mental. La prevalencia del deterioro cognitivo posterior a la infección y la asociación con la gravedad de la enfermedad no están bien caracterizadas. Los estudios previos sobre el tema se han visto limitados por los tamaños de muestra pequeños y la medición subóptima del funcionamiento cognitivo.

Por ello, desde el Sistema de Salud Mount Sinai, en Nueva York, un grupo de investigadores puso en marcha un estudio para evaluar las tasas de deterioro cognitivo en 740 supervivientes de covid que fueron tratados en entornos ambulatorios, en el departamento de emergencias, y en planta hospitalaria. El análisis, que se llevó a cabo entre abril de 2020 y mayo de 2021, incluyó participantes sin antecedentes de demencia, de una edad entre 38-59 años, y cuyo tiempo medio con síntomas desde el diagnóstico fueron siete meses. El 63% eran mujeres.

El funcionamiento cognitivo se evaluó utilizando medidas neuropsicológicas bien validadas: atención y memoria, velocidad de procesamiento y funcionamiento ejecutivo fluidez fonémica y de lenguaje), y la Prueba de Aprendizaje Verbal de Hopkins).

El principal hallazgo del trabajo, que acaba de ser publicado en la revista científica Jama, fue que se encontró una frecuencia relativamente alta de deterioro cognitivo varios meses después de que los pacientes contrajeron la infección. Las deficiencias en el funcionamiento ejecutivo , en la velocidad de procesamiento, en la codificación de la memoria y en el recuerdo fueron predominantes entre los pacientes hospitalizados. “La relativa conservación del reconocimiento de la memoria en el contexto de una codificación y una memoria deterioradas sugiere un patrón ejecutivo. Este patrón es consistente con los primeros informes que describen un síndrome disejecutivo (SD) después de la covid y tiene implicaciones considerables para los resultados ocupacionales, psicológicos y funcionales”, señalan los investigadores.

El SD se refiere a un conjunto de síntomas que implican un deterioro del control ejecutivo de las acciones, causado por daño a los lóbulos frontales del cerebro. Las personas pueden realizar tareas rutinarias pero les cuesta afrontar nuevas actividades o situaciones.

Aunque es conocido que los adultos mayores (+ de 65 años) pueden ser particularmente susceptibles al deterioro cognitivo después de una enfermedad crítica, hasta la fecha no se había analizado en una cohorte relativamente joven como la del presente estudio. La sorpresa para los investigadores fue ver que una proporción sustancial mostró disfunción cognitiva varios meses después de recuperarse de la infección, aunque los resultados son consistentes con los de investigaciones previas sobre otros virus, como la influenza.

“La asociación de covid con el funcionamiento ejecutivo plantea preguntas clave sobre el tratamiento a largo plazo de los pacientes. Se necesitan estudios futuros para identificar los factores de riesgo y los mecanismos subyacentes a la disfunción cognitiva, así como las opciones de rehabilitación”, expresa el artículo.

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