Las reacciones adversas graves a las vacunas son muy raras, pero pueden ocurrir.

Fuente: 20 Minutos

Las vacunas del coronavirus no son las únicas que pueden producir reacciones adversas en los pacientes. De hecho, todas las vacunas, al igual que ocurre con el resto de medicamentos, pueden provocar efectos secundario leves y, en casos aislados, reacciones más graves. Por este motivo, aunque los beneficios superen por mucho a los riesgos, siempre hay que estar atentos cuando nos ponemos una vacuna, especialmente las primeras veces, a los bebés.

La primera vacuna que reciben los bebés recién nacidos es la de hepatitis B, que se les suministra antes incluso de cumplir las 24 horas de vida. Al estar todavía en el hospital, si provoca alguna reacción adversa o grave, o alguna alergia, tendremos médicos cerca, pero, a los dos meses, cuando los bebés reciben las primeras vacunas ya en casa deberemos estar muy atentos a

¿Cuáles son las primeras vacunas que reciben los niños?

Una vez en casa, el bebé recibe las primeras vacunas a los dos meses de edad. Alguna de estas vacunas es combinada o polivalente, es decir, que en cada fármaco se inoculan varias vacunas diferentes. En concreto, las que se recomienda aplicar a los dos meses son:

  • DTPa: la difteria, el tétanos y la tos ferina acelular
  • Hib: la bacteria Haemophilus influenzae tipo b
  • VPI: antipoliomielítica inactivada
  • VNC: antineumocócica conjugada
  • RV: Contra el rotavirus
  • MenB: Contra el meningococo B

Estas vacunas son de varias dosis, por lo que, en los próximos meses, a partir de los cuatro meses, los niños empezarán a recibir las siguientes dosis. Sin embargo, hay algunos chicos a los que no se deberá administrar las vacunas:

  • Si está enfermo el día que le toca ponerse la vacuna, lo recomendable es posponerla para cuando esté curado.
  • Si alguna vez ha tenido una reacción grave después de recibir una dosis de la vacuna o a algunos de componente que contiene, no debería recibir otra dosis de esa vacuna, aunque en el caso de las primeras dosis, no podemos saberlo.
  • Si ha tenido fiebre alta en los últimos siete días.
  • Ha tenido convulsiones u otro problema del sistema nervioso en los últimos días.

Reacciones leves y graves tras recibir las primeras vacunas

Como aseguran en la web En familia de la Asociación Española de Pediatría, “las vacunas son medicamentos muy seguros, pues son sometidas a estudios estrictos antes de poder administrarse a la población y siguen siendo vigiladas incluso una vez comercializadas”. Aun así, todas pueden producir reacciones leves. Las más comunes son sensibilidad, enrojecimiento o hinchazón en la zona de la inyección, un sarpullido o fiebre leve, y suelen aparecen a las pocas horas o al día siguiente.

Excepcionalmente -se calcula que una entre un millón- “una vacuna puede desencadenar reacciones graves en personas alérgicas a ese preparado o con otro tipo de circunstancias especiales. Por eso se recomienda su control y administración por profesionales sanitarios y la permanencia en el centro de vacunación durante 20 minutos tras la vacunación”.

Además, cada una de ellas puedes provocar efectos secundario específicos. Según podemos leer en Medline y healthychildren.org, web elaborada por la Academia Americana de pediatría:

Vacuna DTaP. Esta vacuna puede ocasionar molestias leves en 1 de cada 10 niños. Las más comunes son cansancio, falta de apetito, vómitos, hinchazón en la zona de la inyección. Además, en uno de cada 14 mil niños, puede provocar convulsiones debido a la fiebre alta.

Los problemas graves son muy raros, pero se ha descrito algún caso de convulsiones a largo plazo, coma, disminución del estado de consciencia y daño cerebral permanente.

Hib, hepatitis B y polio (VPI). Estas vacunas solo han provocado efectos adversos leves, como enrojecimiento, calor e hinchazón en el sitio de la inyección y fiebre.

Antineumocócica (VNC). Tras recibir esta vacuna, hasta 8 de cada 10 niños se sintieron somnolientos o molestos, por lo que es una reacción, aunque leve, muy frecuente. Uno de cada 20 puede presentar además pérdida de apetito, fiebre de más de 38,8, hinchazón, dolor o sensibilidad en el sitio de la inyección. En caso de fiebre alta, algunos niños presentan convulsiones.

Rotavirus (RV): Los efectos adversos más frecuentes de esta vacuna son vómitos, diarrea y fiebre moderada, todos ellos leves. Se han comunicado casos aislados de broncoespasmo, urticaria y de invaginación intestinal en la semana siguiente tras la administración de esta vacuna. Los síntomas son dolor abdominal intenso intermitente, vómitos y heces con sangre.

Men B. Los síntomas leves más comunes de esta vacuna son dolor, enrojecimiento o hinchazón en el área en donde se aplicó la vacuna, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular o articular, fiebre o náuseas. También se ha descrito algún caso de enfermedad de Kawasaki como complicación de la vacunación frente al meningococo B, pero no se ha demostrado que sea a causa de esta vacuna y, en caos de serlo, es muy improbable que ocurra.

Cuándo acudir a urgencias

Aunque la probabilidad es muy remota, como con todos los medicamentos, existe la posibilidad de una reacción alérgica grave, que habrá que tratar de inmediato. De ahí que se recomiende, sobre todo cuando las vacunas se administren por primera vez, permanecer en el centro sanitario unos 20 minutos tras la inyección. Así, en caso de reacción alérgica severa, se podrá actuar rápidamente. También que estar atentos a cualquier síntoma que se salga de los leves y comunes descritos arriba o si duran más de la cuenta.

Hay que acudir a urgencias si se presente alguno de estos síntomas: urticaria grave, hinchazón de la cara y garganta, dificultad para respirar, latidos rápidos del corazón, mareos, debilidad. Además, en el caso de la vacuna del rotavirus, habrá que estar atentos a los síntomas intestinales. Ante cualquier otro síntoma extraño, aunque sea leve, también conviene consultar con el médico.

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