Aprovechamos el día mundial de la lucha contra el sida para dar unas pinceladas acerca de la infección, el diagnóstico y tratamiento

Podría decirse que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es conocido mundialmente por el número de vidas cobradas que hasta la fecha asciende a 33 millones. Supone un problema mundial de salud pública ya que, aunque ha pasado de ser una infección mortal, actualmente se considera un problema de salud crónico gracias a la incesante colaboración de los científicos, se puede prevenir, diagnosticar, tratar eficazmente a personas infectadas con VIH.

Conociendo el VIH y el sida

Entre los conceptos básicos, se señala la infección por VIH, que se produce por el contacto directo con sangre, por fluidos corporales a través de mucosas (líquido preseminal, semen, secreciones vaginales, rectales, leche materna) de una persona ya infectada. Por lo tanto, las vías de transmisión son: contacto sexual (vía vaginal como rectal) así como compartir instrumentos para la inyección de drogas como jeringas.

Una vez la persona está infectada (y pasa a llamarse seropositiva), el VIH ataca el sistema inmunitario (destruyendo las linfocitos CD4- glóbulos blancos vitales para combatir las infecciones del cuerpo). La fase de infección aguda -entre las 2 y 4 semanas después de la exposición- cursa con una concentración alta del VIH por lo que puede transmitirlo con mayor facilidad. Además, la persona experimenta síntomas como fiebre, escalofríos, sarpullido, dolor da garganta o muscular, fatiga, inflamación en los ganglios linfáticos, úlceras en la boca y sudores nocturnos que puede confundirse con otras enfermedades.

La segunda etapa es considerada crónica ya que se multiplica en menor escala y puede durar 10 años o más. A medida que se van destruyendo los glóbulos blancos, el VIH avanza y desemboca en la etapa final en las que el cuerpo deja de tener capacidad para protegerse y deriva en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). El sida, por tanto, es la condición resultante de la última etapa de la infección y cursa con un sistema inmunitario muy deteriorado (con menos de 200 copas de CD4).

A raíz de desarrollar sida, la persona puede infectarse con enfermedades oportunistas tales como la candidiasis grave o persistente, virus de herpes simple, tuberculosis, así como cáncer de cuello de útero y neumonía. Para prevenirlas, en algunas ocasiones es preciso la vacunación, el uso de preservativos, no compartir jeringas, solamente consumir alimentos en perfecto estado y beber agua de fuentes fiables.

Autotest del VIH en la Farmacia Comunitaria

En nuestra farmacia podemos encontrar un autodiagnóstico del VIH sin prescripción médica. Esta prueba detecta la presencia de anticuerpos frente al VIH y es completamente anónima ya que puedes realizarla en casa siguiendo los pasos indicados sin la necesidad de que te envíen los resultados. Para poder realizarla, es necesaria una pequeña muestra de sangre extraída de la yema del dedo que se deposita en una tira reactiva. Una vez pasados 15 minutos, se puede ver el resultado: positivo, negativo o no válido.

¿Quién puede realizarse el autotest? Cualquier persona que haya tenido una situación de riesgo como mínimo hace 3 meses (relaciones sexuales sin el uso de preservativo o tras compartir objetos punzantes sin esterilizar que hayan estado en contacto con sangre infectada). Es necesario que hayan pasado al menos 3 meses ya que no existe un periodo ventana de seroconversión, es decir, que no ha pasado el tiempo necesario para que aparezca una cantidad suficiente de anticuerpos anti-VIH para que el test lo detecte. Por ello, en caso de que el resultado salga negativo y el riesgo ha sido anterior a 3 meses, se recomienda repetir de nuevo para evitar nuevos contagios.

Es importante tener en cuenta que el test de autodiagnóstico debe realizarse según las indicaciones y no se deben tomar decisiones médicas sin consultar previamente al profesional sanitario.

Si ha dado un resultado positivo, ¿qué hago? El resultado positivo de esta prueba inicialmente puede resultar abrumadora pero la negativa a aceptarlo puede derivar en una mayor transmisión de la enfermedad. Deberás resolver las dudas e inquietudes consultando con un profesional de la salud. Para asegurarse, realizará un prueba diagnóstica de nuevo y en caso de resultar positiva de nuevo, se realizará un examen que determinará el estado de salud e historia clínica. Es habitual que se haga un recuento de linfocitos, se conozca la carga viral y se realice una prueba de resistencia al medicamento.

Tratamiento: TAR, PrEP y PEP

Las personas seropositivas deben seguir un tratamiento basado en el uso de un conjunto de antirretrovirales (TAR). En general, los TAR impiden que el VIH se replique (reproduzca) por lo que la concentración del virus baja (reducción de la carga viral) y, por tanto, el cuerpo es suficientemente fuerte como para combatir las infecciones.

Los TAR, aunque no curan la infección tienen efectos beneficiosos tanto para ellos ya que alargan y proporcionan una mejor calidad de vida como para sus parejas ya que reducen su riesgo de transmisión (reducen su carga viral). Cuando la carga viral es casi indetectable, la transmisión de la infección es más complicada. Asimismo, las personas seropositivas deben comenzar el tratamiento cuanto antes para evitar que se derive en sida.

En ocasiones se produce una resistencia a los medicamentos debido que durante la replicación del virus este muta y, por tanto, los fármacos no son efectivos. Para ello, cuando se vaya a iniciar el tratamiento, se puede realizar una prueba de resistencia a los medicamentos.

Además del tratamiento habitual, existen la profilaxis preexposición (PrEP) y la profilaxis posexposición (PEP). La PrEP se recomienda para situaciones en las que la persona no está infectada por VIH, pero tiene cierto riesgo de contraerlo. Se debe administrar diariamente para evitar el contagio ya que al tomarlo en días alternos presenta menor eficacia.

Específicamente se recomienda para personas seronegativas que ha mantenido relaciones sexuales -vía vaginal o anal- en los últimos meses y que cumplan los siguientes requisitos: no han usado preservativos, han recibido un diagnóstico de una infección de transmisión sexual (ITS) en los últimos 6 meses o su pareja es seropositiva al VIH. Además, las personas drogodependientes sin VIH también se les recomienda cuando tienen una pareja seropositiva drogodependiente o comparten instrumentos de inyección.

Por otro lado, las personas a las que se les ha recetan la nPEP (profilaxis posexposición no ocupacional) que tienen un comportamiento de riesgo o han empleado varios regímenes de PEP.

Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), algunos estudios indican que el riesgo se reduce un 74% por compartir instrumentos como jeringas para la administración de drogas, mientras que se reduce hasta un 99% cuando se mantienen relaciones sexuales. No obstante, se recomienda realizar una prueba de VIH cada 3 meses mientras se está en tratamiento con la PrEP.

Por otro lado, la PEP es un fármaco utilizado en “urgencias” ya que debe tomarse en las siguientes 72h (3 días) tras una posible exposición al VIH para prevenir la infección por este virus. No debe utilizarse como sustituto de la PrEP ni del preservativo. La PEP tiene una eficacia del 100% cuando se utiliza correctamente, sin embargo, es importante utilizar métodos de prevención.

Resuelve tus dudas

  • ¿El VIH se puede transmitir de madres a hijos?

Si. La transmisión puede darse durante el embarazo, el parto o lactancia y se conoce bajo el nombre de transmisión perinatal. Para aquellas mujeres que puedan sospechar que están infectadas, deben realizarse un diagnóstico lo antes posible para poder administrar los tratamientos cuanto antes. El uso de medicamentos puede reducir el riesgo de transmisión al 1% o incluso menos. También, una cesárea programada puede reducir el riesgo para aquellas que tienen una carga viral alta.

El recién nacido, comúnmente reciben medicamentos contra el VIH y leche de fórmula como alternativo a la leche materna. No obstante, se recomienda acudir al profesional sanitario quien lo recomiende.

  • ¿El VIH se originó en chimpancés?

Si. Se cree que el virus de inmunodeficiencia símica o VIS pudo ser transmitido a humanos cuando fueron cazados en África Central y las personas entraron en contacto con sangre infectada a finales de 1800.

  • ¿El VIH se puede propagar a través de la picadura de un mosquito que ha picado a una persona seropositiva?

No. Tampoco se puede contraer dando la mano, abrazando, por compartir objetos como platos, cubiertos, toallas, etc.

  • ¿Qué es el CISP?

El CIPS es el Centro de Información y prevención del sida que, en Valencia, está en el Hospital Dr. Peset. El centro es anónimo y gratuito en el que no hace falta presentar la tarjeta sanitaria ni ninguna documentación.

Recuerda, este blog no es un sustituto de un profesional sanitario por lo que ante cualquier duda, consulta con el profesional sanitario.

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