La obesidad está ligada a enfermedades coronarias, cáncer, diabetes, artrosis, problemas respiratorios, pero también tiene mucho que ver con la infertilidad, tanto del hombre como de la mujer.

Fuente: EFE Salud

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) han unido fuerzas con la Asociación Española de Urología (AEU) y la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) para conmemorar el Día de la lucha contra la obesidad con el lema: ‘La infertilidad, una razón de peso’.

Así explican que por cada punto de incremento en el índice de masa corporal en las mujeres, se reduce la probabilidad de embarazo espontáneo en un 10 % y según un estudio reciente, la obesidad se asocia con un 20 % de casos de infertilidad y subfertilidad masculina.

Para aumentar las tasas de fertilidad es imprescindible que las personas con obesidad consigan una pérdida de peso saludable y mantenida en el tiempo mediante cambios en su estilo de vida y, si no es suficiente y hay indicación médica, añadir fármacos que ayuden a conseguirlo.

En España la prevalencia de sobrepeso estimada en la población adulta es de casi el 40 % y la de obesidad del 22 %.

La obesidad provoca en los varones que descienda el número de espermatozoides y que tengan menos movilidad, además de que puede llegar a ocasionar disfunción eréctil.

En las mujeres provoca alteraciones menstruales y un descenso en la calidad de los óvulos.

Según el último Registro Nacional de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en 2019 se realizaron 180.906 tratamientos de reproducción asistida.

De acuerdo con el doctor Luis Martínez Navarro, presidente de la SEF, además de la edad, la obesidad y sus complicaciones son los factores que más influyen en la disminución de fertilidad.

“El aumento de peso aumenta claramente las tasas de aborto y disminuye las tasas de recién nacidos vivos”.

Obesidad/infertilidad en las mujeres

En concreto, las mujeres con obesidad tienen una menor probabilidad de quedarse embarazadas de forma espontánea o tras técnicas de reproducción asistida, calculándose que la probabilidad de embarazo en mujeres con obesidad grave se reduce a la mitad respecto a mujeres con peso normal.

Según la doctora Ana de Hollanda, coordinadora del grupo de Obesidad de la SEEN, se estima que por cada punto de incremento en el índice de masa corporal (IMC) se reduce la probabilidad de embarazo espontáneo en un 10 por ciento.

Y se calcula que, tras técnicas de reproducción asistida, por cada punto de aumento de IMC disminuye un 9 % los nacimientos de recién nacidos vivos”.

¿Por qué?

Según esta experta, la obesidad se asocia a disfunción en la ovulación, principalmente por la presencia del síndrome de ovario poliquístico, pero incluso sin que exista esta enfermedad, la obesidad altera la ovulación normal.

Por otra parte, el exceso de grasa corporal, mediada por la resistencia a la insulina, provoca alteraciones en las hormonas que regulan la ovulación.

Y a su vez, el exceso de tejido adiposo afecta de manera negativa a la calidad de los óvulos y su capacidad de fecundación, así como a la matriz o endometrio contribuyendo a una mayor tasa de abortos.

Obesidad/Infertilidad en los hombres

Pero la obesidad también afecta a los varones y se estima que un 20 % de los hombres con obesidad tienen disminuida su fertilidad, apunta por su parte la doctora Assumpta Caixás, coordinadora del GT Síndrome de Prader Willi de la SEEDO.

En el caso del hombre, el aumento de tejido graso da lugar a una conversión de hormonas masculinas a estrógenos, lo que provoca una disminución de las concentraciones de testosterona y de gonadotropinas.

La calidad y cantidad del semen en pacientes con obesidad están afectadas, además, por el incremento de temperatura testicular y puede dar lugar a alteraciones en el ADN.

En concreto, los hombres con obesidad tienen 3 veces más probabilidad de oligozoospermia (concentraciones bajas de espermatozoides) comparados con hombres con normopeso y se estima que la probabilidad de infertilidad puede aumentar un 10 % por cada 9kg de exceso de peso.

Además, la presencia de síndrome metabólico, enfermedad vascular y las alteraciones hormonales comentadas dan lugar a disfunción eréctil cuya prevalencia en obesidad se estima en más de un 30 %, incluso en algunos estudios la disfunción eréctil puede llegar a estar presente en hasta 60 % de los hombres con obesidad.

Según el doctor Juan Ignacio Martínez Salamanca, coordinador del Grupo de Andrología de la AEU, la obesidad en el varón está asociada con alteraciones hormonales que pueden provocar la disminución de la calidad seminal debido a una reducción en el recuento espermático, la baja movilidad de los espermatozoides y un aumento de las alteraciones morfológicas.

Tratamiento de la infertilidad

Para aumentar las tasas de fertilidad es muy recomendable que las personas con obesidad consigan una pérdida de peso saludable y mantenida en el tiempo mediante cambios en su estilo de vida, y en casos necesarios con fármacos o cirugía bariátrica.

La reducción ponderal se asocia con una mejoría del perfil hormonal, la reanudación de la ovulación y mejoría de la calidad de los ovocitos y del semen.

Según ha apuntado la SEEN, hay estudios que muestran como la adherencia a la dieta mediterránea mejora la concentración y motilidad del esperma  y que el seguimiento de esta dieta por la pareja antes de técnicas de reproducción asistida aumenta las probabilidades de embarazo 1,4 veces.

Tras técnicas como cirugía bariátrica también se ha mostrado un incremento en un 20 % de las pacientes con síndrome del ovario poliquístico que reanudan ciclos menstruales regulares y aumento de la fertilidad.

La obesidad en España

La obesidad es una enfermedad crónica de tendencia epidémica en el mundo occidental y se ha convertido en uno de los retos más difíciles en salud pública.

Según la OMS, la prevalencia de obesidad en muchos países europeos se ha triplicado desde 1980.

Entre un 30–70 % de los adultos en la Unión Europea tiene sobrepeso y un 10–30 % obesidad.

Globalmente, al menos 2,8 millones de personas mueren cada año como resultado del exceso de peso.

En España, la prevalencia de sobrepeso estimada en la población adulta (25–64 años) es del 39,3 %; la de obesidad del 21,6 % (el 22,8% entre los varones y el 20,5% entre las mujeres), y aumenta con la edad.

De seguir con el ritmo de crecimiento actual en 2030 en España habrá 27,2 millones de adultos con exceso de peso que conllevará un aumento del gasto sanitario actual en más de 3.081 millones de euros.

Actualmente el gasto sanitario debido a la obesidad es de 2.880 millones de euros anuales, que representa un 7 % del gasto sanitario español y un 20 % de incremento del gasto sanitario per cápita.

Este gasto incluye las comorbilidades de la obesidad (diabetes, hipertensión, apneas del sueño, etc.); sin embargo, nunca se habla de la repercusión económica que supone la infertilidad de manera concreta.

Se calcula que si los gobiernos europeos invirtieran los costes directos e indirectos de la obesidad en estrategias coste-efectivas se podría llegar a un ahorro del 60 por ciento  en el sobrecoste que supone el exceso de peso.

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