Un estudio señala que una pérdida relativamente pequeña de peso en pacientes obesos reduciría el riesgo de diabetes y de enfermedad cardiovascular.

FUENTE: Correo Farmacéutico.

Los pacientes con obesidad que intentan bajar de peso tienen mayores beneficios saludables perdiendo solo el 5 por ciento de su peso corporal, según un estudio que se ha publicado en Cell Metabolism, realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos).

Según los investigadores, una pérdida relativamente pequeña de peso reduce el riesgo de diabetes y de enfermedad cardiovascular, y mejora la función metabólica en el hígado, la grasa y el tejido muscular.

"Los resultados demuestran que se obtienen mejores resultados con una pérdida de peso del 5 por ciento. Las pautas actuales para el tratamiento de la obesidad recomiendan una reducción de peso del 5 al 10 por ciento, pero la pérdida de un 5 por ciento del peso corporal es mucho más fácil que perder el 10 por ciento. Por lo tanto, esto ejerce una motivación para los pacientes que tienen un objetivo más fácil", ha dicho Samuel Klein, investigador principal del estudio y director del Centro Universitario para la Nutrición Humana en Washington.

EN 40 PERSONAS
Klein y William H. Danforth, profesor de Medicina y Ciencias de la Nutrición y jefe de la División de Geriatría y Ciencia Nutricional, asignaron al azar a 40 personas obesas (sin diabetes) a mantener su peso corporal o a ponerse a dieta y reducir un 5, un 10 o un 15 por ciento del peso corporal. Los investigadores observaron todo el cuerpo, los órganos y los sistemas y las respuestas celulares antes y después de la pérdida de peso.

Mientras otros ensayos clínicos aleatorios habían evaluado los efectos de variación de la pérdida de peso en personas con obesidad, los autores creen que este estudio es el primero que ha separado los resultados en personas que lograron una pérdida de peso del 5 por ciento de los que lograron un 10 por ciento o mayor.

Entre los 19 voluntarios del estudio que perdieron un 5 por ciento de su peso corporal, la función de las células beta de secreción de insulina mejoró, al igual que la sensibilidad a la insulina en el tejido adiposo, en el hígado y en el tejido musculoesquelético. Una pérdida de peso del 5 por ciento también se asoció con la disminución de la grasa corporal total y con mucha menos grasa en el hígado.

Mientras tanto, nueve de los pacientes del estudio continuaron perdiendo peso, llegando finalmente a la pérdida del 15 por ciento. Estos experimentaron mejoras adicionales en la función de las células beta y la sensibilidad a la insulina en el tejido muscular, pero no mejoraron la sensibilidad a la insulina en el tejido hepático ni en el adiposo con una mayor pérdida de peso.

NO TODOS LOS SISTEMAS ORGÁNICOS RESPONDEN IGUAL
"La continua pérdida de peso es buena, pero no todos los sistemas orgánicos responden de la misma manera. El tejido muscular responde mucho más a la pérdida de peso continua, pero el hígado y el tejido adiposo han alcanzado casi su máximo beneficio en esa pérdida de peso del 5 por ciento", ha dicho Klein.

Los marcadores de inflamación no cambiaron considerablemente cuando los sujetos del estudio perdieron una cantidad moderada de peso. Aunque los científicos plantean la hipótesis de que el aumento de la inflamación en el tejido graso contribuye a los problemas metabólicos como la resistencia a la insulina, el estudio observó que la función metabólica podría mejorar, mientras que los marcadores de inflamación se mantienen sin cambios.

Estos resultados requieren posteriores estudios. Además, Klein quiere ampliar el estudio a personas con diabetes. "No sabemos si las personas con diabetes tendrían la misma respuesta a este tipo de pérdida de peso progresiva, por lo que será importante repetir este tipo de estudio en personas con diabetes tipo 2".

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