Hoy, 14 de febrero, es el Día Europeo de la Salud Sexual y comúnmente conocido como Día de los Enamorados. Se llame como se llame, el tema central de este blog va a ser la alergia al látex y la compatibilidad de los preservativos.

Alergia al látex

Para poner en contexto, el látex es caucho o goma que se obtiene de la savia del árbol Hevea brasiliensis que está compuesto, entre otros, por proteínas. Las proteínas son las responsables de producir alergia, ya que el cuerpo identifica estas proteínas como extrañas (alérgenos) y produce anticuerpos específicos para combatirlas.

El látex se somete a procesos industriales como la adición de productos químicos y calor para poder utilizarse. En la actualidad, este producto se utiliza en una gran variedad de artículos como ropa interior, chupetes y tetinas, calcetines, tapones de botellas, así como material de buceo. Y la alergia al látex constituye un problema mayor cuando se trata de guantes médicos y material sanitario (esparadrapos, cuenta gotas, tiritas, sondas, aparatos de dentistas, preservativos, etc.).

La alergia al látex se desarrolla por contacto repetido, es decir, al tocar o ser tocado con objetos de látex o inhalar partículas provenientes de objetos fabricados con este material. En otras palabras, cuando la persona alérgica entra en contacto con las proteínas del látex su cuerpo produce estos anticuerpos que desencadenan una reacción inflamatoria, que a su vez liberan sustancias responsables de los signos y síntomas de la alergia. Se podría decir que cualquier persona puede desarrollar esta alergia; sin embargo, existen personas que presentan mayor riesgo por diferentes motivos:

  • Riesgo laboral: profesionales sanitarios o trabajadores en el ámbito de salud, trabajadores de jardinería, personal de limpieza, manipuladores de alimentos, personal de peluquería, construcción y de la industria de fabricación de objetos de látex.
  • Riesgo por exposición a procedimientos médicos repetidos: como niños con alteraciones congénitas o alteraciones adquiridas (espina bífida, malformaciones digestivas, traumatismos, etc.), también niños expuestos a muchas cirugías desde muy pequeños.
  • Otros factores de riesgo de anafilaxia: personas con historia de asma y rinitis alérgica, o alergia a alimentos como el plátano, kiwi, fresa, nueces y aguacate.

Sintomatología

Al igual que ocurre con el resto de las alergias, se producen los síntomas típicos:

  • Cutáneos: urticaria y angioedema o inflamación (de párpados y labios).
  • Respiratorios: asma (tos, sibilancias, fatiga).
  • Rinitis: estornudos y rinorrea.
  • Conjuntivitis.
  • Generalizados: anafilaxia grave con shock o caída de la tensión arterial.

A diferencia de los síntomas típicos, el contacto con objetos con látex puede producir dermatitis o eccema de contacto, pero pueden deberse a los productos añadidos durante el proceso industrial.

La aparición de síntomas puede ser inmediata, entre 30 y 60 minutos tras una exposición corta, mientras que las tardías suelen darse a partir de las dos horas y en otros casos, oscilar entre 48 y 72h cuando se expone a la persona a un contacto constante.

Reacciones cruzadas

Por si la alergia al látex no fuera suficiente, esto no queda ahí, ya que también puede darse la contaminación cruzada del látex con alimentos llamada síndrome látex-frutas. Esto tiene lugar cuando la persona ya tiene alergia conocida a látex y consume estos alimentos y viceversa. Aunque no todas las personas con alergia al látex la desarrollan, la reactividad cruzada suele darse en mayor medida en adultos que en niños.

Alimentos involucramos en mayor o menor medida:

  • Los más frecuentes son: plátano, castaña, kiwi y aguacate.
  • Menos frecuentes: albaricoque, fruta de la pasión, mango, melocotón, melón, papaya, patata, piña, tomate, cacahuete e higos.

Asimismo, la reactividad cruzada también puede darse con la savia de los Ficus, plantas que son tanto de interior como de exterior, así que se debe ir con precaución.

Preservativos sin látex

Hoy en día la frase “me molesta, mejor sin” debería estar prohibida. Y es que por más que se insista en la importancia de protegerse frente a las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) así como de embarazos no deseados, esta frase todavía se sigue escuchando. Ahora tenemos más nociones de educación sexual y, por tanto, esto debería repercutir a la hora de tener relaciones sexuales seguras. Ahora bien, sabiendo que hay personas con alergia al látex, ¿Qué deben hacer?

El látex sigue siendo el material de fabricación principal de los preservativos, por lo que el uso de los tradicionales queda completamente descartado. Esto se debe a que se ha demostrado que si se sigue utilizando este método de protección y la persona se pone en contacto con el látex su alergia aumenta al desarrollar más rápidamente los síntomas y estos se agravan.

Desde hace unos años, se fabrican preservativos sin látex, es decir, con poliisopreno o con poliuretano. El primer material es el poliisopropeno, un ingrediente del caucho natural que no contiene las proteínas que producen alergia y es el más utilizado respecto al poliuretano, siendo este último, un material plástico.

Ventajas frente a los preservativos de látex:

  • Son más finos y tienen capacidad de transmitir calor, por lo que aseguran más sensibilidad.
  • No tienen el olor característico del látex.
  • Más resistentes.

 

A la hora de usarlos recuerda:

  • Cuando vayas a sacarlo del paquete, no muerdas el envoltorio y asegúrate que no esté dañado por arañazos o anillos.
  • Mira la caducidad, ya que, aunque suele ser entre 3 y 5 años, ¡el tiempo vuela!
  • Saca el aire antes de colocarlo.
  • Guárdalos lejos de la luz solar y sin que pasen por temperaturas más extremas. Ojo con las carteras y las guanteras de los coches.

 

Fuentes de información:

Alergia al látex. Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).

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