Durante la época estival hay una serie de productos que no debes olvidar llevarte contigo

Antes de empezar a llenar tu neceser, te recomendamos que solo te lleves lo imprescindible ya que, a la larga, los “porsiacasos” tienden a molestar al ser tan numerosos e insignificantes durante los días de vacaciones. Por supuesto, siempre deberás tener en cuenta el tamaño del neceser y que permita llevar todo lo necesario sin que, en caso de golpes o roturas, el contenido de este se filtre y manche la ropa de la maleta.

¿Qué es imprescindible y qué no?

Se deben tener en cuenta un conjunto de productos que son especialmente útiles en verano que vamos a clasificar según la parte del cuerpo:

Ojos

Los ojos son una parte del cuerpo muchas veces olvidada a la que también debemos prestar atención en verano. Además de utilizar gafas con filtros solares adecuados a la actividad que vamos a realizar y en función del índice UV que haya ese día, se recomienda el uso de colirios hidratantes. Estos pueden suponer un gran alivio para pequeñas molestias oculares como los ojos rojos o secos, que suelen desencadenar cierto picor o sensación de arenilla, especialmente durante los meses calorosos a los que estamos expuestos a situaciones de mucho calor y exposición casi directa en montaña o mar (también al aventurarnos a abrir los ojos bajo el agua), así como al aire acondicionado.

Aprovechamos también para hacer un recordatorio de cómo ponerte el colirio adecuadamente mediante la siguiente infografía.

Piel

La piel debe estar fotoprotegida, parece que esta idea poco a poco se ha ido grabando a fuego en nuestras mentes. Sin embargo, la gran mayoría solamente lo hace en verano cuando el índice de UV es superior y, por tanto, el riesgo de melanoma también. Por ello, es preciso destacar que la fotoprotección debe aplicarse a lo largo de todo el año ya que además de proteger la piel, previene el fotoenvejecimiento asociado a los rayos solares.

Por supuesto, los solares deben adaptarse a nuestro tipo de piel tanto del rostro como del cuerpo. ¿A qué nos referimos con adaptarse? Pues que para la elección del fotoprotector, debes tener claro:

  • El tono de piel que tienes, ya que no será lo mismo una persona que nunca se pone morena y que siempre se quema (fototipo I) en comparación con una persona con una gran cantidad de melanina y que nunca se quema (fototipo VI).
  • El tipo de piel. Aunque por lo general suele estar relacionado con la edad, no es lo mismo un solar para pieles grasas, atópicas o secas, ya que las propiedades del producto se adaptarán a tus requerimientos.
  • La actividad que vas a realizar. Esto es especialmente importante para deportistas ya que el sudor, la arena y el roce pueden eliminar con mayor rapidez el fotoprotector aplicado si no se escoge uno que lo evite.

Además de estas características, los solares tienen asignado un spf, el tipo de filtro y la forma farmacéutica que permite diferentes formas de aplicación.

Respecto al aftersun para nutrir la piel tras la exposición solar, preferiblemente debes utilizar aquellos que sean:

  • Emolientes e hidratantes, que pueden contener los siguientes principios activos: ácido láctico, urea, así como glicoles como glicerina o propilenglicol.
  • Epitelizantes o cicatrizantes con alantoína, centella asiática, pantenol, etc.
  • Antiiflamatorios que contengan aloe vera, caléndula, malva, saúco, manzanilla, ácido glicirrético, etc.
  • Regeneradores con los siguientes principios activos: acetato de vitamina E, palmitato de vitamina A, aceite de borraja, onagra, etc.

También recomendamos llevar un repelente de mosquitos en el neceser. Recuerda que deberás aplicártelo después del fotoprotector, encima de la ropa, durante las horas que más pican (es decir, a media mañana y a última hora), siempre evitando la zona de mucosas, párpados o labios. Asimismo, si tiene formato automatizado, evita inhalar el producto y no aplicarlo directamente en la cara, vertiéndolo primero en las manos y luego en la cara. En caso de que se trate de un niño, deberás aplicárselo tu mismo y lavarte las manos después. En cuanto a la elección del repelente más adecuado, puedes consultar el siguiente post para más información.

Aunque parezca menos importante, la bruma de agua puede ser un alivio en situaciones en las que nos agobian las altas temperaturas, ya que proporciona un ligero alivio en situaciones de mucho calor. Eso sí, una vez se evapora, también lo hacen sus efectos.

Sumado a lo anterior, el suero fisiológico además de ayudar con la limpieza de nuestros ojos también ayuda a limpiar las heridas que con mucha facilidad nos pueden provocar tanto las chanclas como las heridas surgidas al pisar rocas ocultas de la playa.

Boca

Independientemente de donde estés, debes continuar con la higiene bucal, haciendo uso de un cepillo y dentífrico con flúor y, si lo necesitas, con otros principios activos en caso de inflamación o sensibilidad. En lo referente a la limpieza, la seda dental también ayuda en este proceso, aunque en zonas menos espaciosas.

Con respecto a los labios, siempre es preciso un bálsamo labial para tener hidratados los labios y es preferible con fotoprotector. Adicionalmente, y solo cuando tengas herpes labial, deberás introducir en el neceser apósitos especiales para esta afección.

Cabello

Al igual que ocurre con la piel, el calor y el sol pueden estropear el cabello apagándolo, dejándolo más quebradizo y con las puntas estropeadas. Para asegurarnos de que el cabello se mantiene sano, lo ideal es que lo protejamos tanto de los rayos UV y calor como de la sal del mar y el cloro de la piscina. Actualmente, existen muchos productos que tienen esa misma función, desde aceites hasta bálsamos. ¡No olvides introducir uno de ellos en tu neceser.

Pies

Los pies al igual que el resto de nuestra vestimenta, se adapta a las altas temperaturas y, aunque es cierto que es fácil sentirse más fresco cuando se nota la brisa por los pies, también conlleva ciertas desventajas. Entre ellas, los pies son una de las partes del cuerpo que más sufre en verano, bien por el cambio de calzado de zapatillas a sandalias o chanclas o bien por el sudor que produce rozaduras. Para reducir el daño ocasionado por el cambio de zapato, lleva siempre apósitos que podrás elegir en función de la extensión de la rozadura.

 

Tras la realización de esta pequeña lista de productos que nosotros te proponemos para incluir en el neceser, ¿echas en falta alguno que no hayamos mencionado? De cualquier forma, si tienes dudas acerca de los productos de parafarmacia, recuerda que siempre puedes consultar a tu farmacéutico para completar tu neceser de viaje este verano.

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