La industria farmacéutica ha intensificado la digitalización de sus procesos e infraestructuras, después de que el Covid-19 haya puesto de relieve el carácter estratégico del sector

La pandemia ha puesto de relieve el carácter estratégico de la industria farmacéutica y ha demostrado el impacto que una crisis sanitaria puede tener en términos económicos y sociales. La aportación del sector alcanza un valor incalculable que se plasma en aspectos como la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas, la innovación que contribuye al bienestar de la población y la contribución industrial de un sector consolidado que genera empleo de calidad y es un referente en productividad, I+D y tecnología.

En línea con este papel que desempeña la industria, las compañías farmacéuticas han intensificado su digitalización en los últimos años poniendo el foco en la eficiencia y la seguridad. En particular, sus infraestructuras son críticas: los entornos en los que se lleva a cabo la investigación, el desarrollo y el almacenamiento deben cumplir una serie de requisitos específicos. Sobre estos aspectos se centró el encuentro Infraestructuras inteligentes para la industria farmacéutica del futuro, que organizó EXPANSIÓN con el patrocinio de Siemens.

En cuanto a estas particularidades del sector, "el entorno es especialmente importante en el caso de la industria farmacéutica, porque fabricar en determinadas condiciones ambientales determina que el producto sea válido o no", explicó Pablo de Caria, director de Building Products de Siemens Smart Infrastructure España. Asimismo, subrayó la importancia de la ciberseguridad para que "esta información tan valiosa esté protegida", además de otros elementos como los controles de acceso, la protección contra incendios, la iluminación y la electrificación.

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