Si escucháis las noticias estos días, es posible que oigáis a los medios de comunicación anunciando uno de los desafíos más calurosos del año: ¡la ola de calor! Por suerte, a lo largo de este blog vamos a ofrecer información útil para hacerle frente.

Calor, tiempo y clima

El clima es el comportamiento que la atmósfera tiene durante períodos relativamente largos de tiempo en un territorio. Mientras que el tiempo se conoce como las condiciones de la atmósfera durante un corto período de tiempo.

Por otro lado, el calor es un fenómeno resultante entre la interacción de la radiación solar, la velocidad del viento, la ventilación, la temperatura y la humedad atmosférica.

¿Qué es una ola de calor? Una ola de calor puede ocurrir en cualquier época del año, y se caracteriza por un incremento repentino e inusual de las temperaturas. Los efectos que las olas de calor producen afectan tanto a las personas -provocándoles enfermedades o la muerte- hasta afectar a la agricultura, ganadería, producir cortes de energía, incendios y sequías. Esto se traduce en cambios en los suministros de agua y alimentos.

Efectos de la ola de calor sobre la salud

Por tanto, ¿cómo nos afecta este aumento brusco de la temperatura? Cuando se producen cambios moderados de aumento o disminución de la temperatura, una persona sana puede tolerar con facilidad los cambios gracias al hipotálamo (estructura del cerebro). Si bien es cierto que cada persona tiene una respuesta y capacidad de adaptación, cuando se producen cambios repentinos y opuestos, dificulta la capacidad de adaptarse.

¿De qué depende que nos afecten más o menos estos cambios? Precisamente del estado de hidratación que tenga la persona, la posibilidad de estar a la sombra, las corrientes de aire frío o caliente y la humedad.

¿Qué efectos ejercen las temperaturas extremas en el cuerpo? Es lógico pensar que, al igual que la temperatura del entorno, la corporal aumenta, y esto ocurre precisamente cuando los mecanismos de compensación están sobrepasados. A partir del aumento de temperatura, se activa la vasodilatación y sudoración, que se traduce en enfriamiento. Resulta positivo siempre y cuando no se produzca una sudoración excesiva, resultando en una deshidratación masiva.

También incluye:

  • El enrojecimiento de la piel.
  • La presencia de pápulas, conocido como sarpullido por calor: pequeñas pápulas rojas en la cara, cuello, tórax, debajo de las mamas, y áreas del pubis y escroto.
  • Edema por calor: hinchazón habitualmente en los tobillos por una retención de agua y sal).
  • Síncope por calor pérdida de la conciencia u hipotensión ortostática. Causado por deshidratación, vasodilatación periférica y disminución del retorno venoso. Suele producirse en personas con cardiopatías o que toman diuréticos antes de aclimatarse.
  • Agotamiento por calor: sed intensa, debilidad, malestar, ansiedad, mareos, desvanecimiento y cefalea por una depleción de agua o sal por la exposición a altas temperaturas ambientales o ejercicio físico intenso.
  • Golpe de calor: grado más avanzado de agotamiento de calor. La temperatura sube rápidamente alterando el sistema nervioso central (donde se sitúa el hipotálamo) produciendo estupor, confusión o coma. También la piel puede estar muy caliente y seca y la persona experimenta náuseas, hipotensión, taquicardia y taquipnea. Puede derivar en un fallo multiorgánico y, finalmente, la muerte si no se trata.

 

Consejos para un descanso adecuado durante una ola de calor

Las olas de calor pueden ser peligrosas, así que debemos tomar precauciones:

  • Continua hidratación: incrementa los líquidos ingeridos aun sin tener sed, aprovecha para comer frutas con alto porcentaje de agua. Sugiere opciones de alimentos y bebidas que ayuden a mantenerse fresco e hidratado durante el verano, como frutas y verduras ricas en agua, bebidas caseras saludables y opciones de refrigerios refrescantes.
  • Mantener una temperatura agradable en el dormitorio. Algunos ejemplos son: uso de ventiladores/ aire acondicionado, utilizar ropa de cama y pijamas con tejidos naturales, ligeros y transpirables, mantener un ambiente tranquilo y oscuro.
  • En caso de practicar ejercicio físico, realízalo durante las horas de menos calor.
  • Evita permanecer en vehículos cerrados.
  • Haz uso de gafas de sol homologadas, fotoprotector, gorra y prendas claras.
  • Presta atención a las personas con mayor vulnerabilidad como ancianos o niños pequeños.
  • Evita la exposición al sol en las horas centrales del día y mantente en lugares frescos.
  • Con ayuda de tu farmacéutico, revisa la medicación e identifica aquellos medicamentos que son más susceptibles de agravar un síndrome de agotamiento-deshidratación. ¿Cuáles son aquellos que debemos tener especial precaución? Los tranquilizantes y antidepresivos, los antiinflamatorios (ibuprofeno), laxantes, paracetamol, antiácidos, antihipertensivos y diuréticos.

En conclusión, las olas de calor son fenómenos climáticos que pueden tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar durante el verano. Es importante tomar precauciones y seguir los consejos mencionados para protegernos adecuadamente. Mantenernos hidratados, buscar lugares frescos y evitar la exposición prolongada al sol en las horas más calurosas del día son medidas clave para sobrellevar las altas temperaturas.

Además, debemos prestar especial atención a las personas más vulnerables, como los ancianos y los niños pequeños, y asegurarnos de que también estén protegidos del calor extremo. La calidad del sueño y el descanso adecuado son fundamentales para mantenernos saludables durante una ola de calor, por lo que es importante seguir las recomendaciones para mantener una temperatura agradable en el dormitorio y crear un ambiente propicio para un buen descanso.

Asimismo, recuerda que tu farmacéutico puede ayudarte a revisar el tratamiento que tienes pautado y proporcionarte los consejos más adecuados para ti.

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