El farmacéutico puede orientarte sobre cómo actuar ante una reacción indeseada producida por un cosmético.

Cada día utilizamos un gran número de productos cosméticos como maquillaje, colonias, depilatorios, productos para baño y ducha, pasta dentífrica, productos para el afeitado, desodorantes y antitranspirantes, champú y gel, etc. Los diferentes compuestos de estos productos de cosmética pueden producirnos irritación o incluso reacción alérgica, sin necesidad de tener la piel sensible.

Ante cualquier leve molestia debes acudir rápidamente a la farmacia más cercana para encontrar ayuda

La oficina de farmacia es uno de los espacios de salud más próximo al ciudadano. Por ello, os recomendamos que al sufrir una reacción indeseada (enrojecimiento, picor, descamación...) producida por el uso de un cosmético, acudáis siempre al farmacéutico. Y es que las boticas, además de los múltiples servicios que ofrecen, también disponen de un Sistema de Cosmetovigilancia para estudiar, identificar y valorar los efectos adversos causados por productos cosméticos después de su puesta en el mercado.

A través de este sistema los farmacéuticos recogen, registran y evalúan los efectos adversos producidos por los cosméticos. Una vez realizado este proceso se adoptan medidas para evitar la repetición de los efectos o reducir su consecuencia, y finalmente se prepara y difunde la información sobre dichas reacciones y sobre las medidas que se han tomado para que los ciudadanos tengan en cuentan.

Además, nos gustaría dejaros algunas recomendaciones a tener en cuenta:

  • Cualquier producto cosmético puede producir alguna reacción, independientemente de que sean naturales.
  • Las sustancias que provocan un mayor número de intolerancia suelen ser las fragancias y los conservantes.
  • Algunas patologías como la insuficiencia renal o la diabetes, o algunos fármacos pueden hacernos más sensibles a sufrir alguna intolerancia o alergia.
  • Hay que leer con detenimiento las etiquetas de los cosméticos.
  • No olvides revisar las condiciones de conservación

Por otra parte, hay que tener en cuenta que aunque puede ser habitual que algunos de los compuestos de los cosméticos nos den reacción, esto no siempre se debe al compuesto en sí mismo, sino a que no hemos tenido algunas precauciones como cerrar bien los envases, comprobar la fecha de caducidad, no exponerlos al sol, no lavarnos bien las manos antes de extender el producto.

Si esta información os ha resultado interesante, os dejamos una presentación sobre el sistema de Cosmetovigilancia difundida por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos para ampliar vuestros conocimientos.

Además, podéis consultar algunos #consejosmicof sobre el uso de cosméticos en nuestra infografía


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