El sobrepreso, la timidez, la pubertad, ser mujer o no saber expresar las emociones, factores de riesgo más importantes de estas patologías.

FUENTE: Las Provincias

La bulimia y la anorexia se cobran ahora víctimas cada vez más jóvenes. La edad mínima de adolescentes que empiezan a presentar síntomas de trastornos alimentarios ha caído tres años con respecto a 2013 al pasar de afectar a menores de catorce años a niñas de solo once. El dato lo reveló ayer Luis Rojo, jefe de la sección de psiquiatría Infanto-Juvenil y Trastorno de Conducta Alimentaria del hospital La Fe de Valencia, en el marco de la décima edición de las Jornadas Internacionales sobre Trastornos de Conducta Alimentaria, organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. En ellas, desde ayer y hasta mañana expertos de psiquiatría, psicología o enfermería revisarán los avances en el conocimiento de estas patologías.

Rojo explicó ayer que la alarma en la caída de la edad mínima de niñas con estos trastornos no está respaldada por un estudio epidemiológico, pero sí por «la experiencia» de los profesionales sanitarios. Y es que los expertos alertan de que ahora «no es infrecuente encontrar niñas de 11 o 12 años que empiezan ya con síntomas» cuando hace tan sólo tres años «no era lo habitual». A ese respecto, el catedrático de psiquiatría Luis Rojo atribuyó esta circunstancia «a elementos de vulnerabilidad individual y elementos de la cultura general, que favorece que cuando alguien está inseguro consigo» busque en la delgadez «la estrategia para sentirse mejor» y tener una «imagen social más eficiente».

Aunque cualquier persona con unas determinadas características y circunstancias podría ser víctima de estas patologías, existen unos factores de riesgo asociados a estos trastornos alimentarios, según Rojo. Entre ellos se encuentran factores físicos, psíquicos, de género o familiares, ya que en la lista de rasgos personales que propician la aparición de estos trastornos destacan «el sobrepeso, ser mujer, la pubertad, la timidez o la contención emocional exigida por familias con una tendencia a reducir la capacidad de expresión de las pacientes». A ello, se le suma el hecho de que las dietas «están a la orden del día», según señaló Luis Rojo.

Además, el catedrático confirmó «el poder de difusión» de mensajes «peligrosos» en internet como uno de los factores que contribuyen a la aparición de la anorexia y bulimia al fomentar determinados cánones físicos perjudiciales para la salud.

Los expertos en estas patologías calculan que en la provincia de Valencia aproximadamente el 10% de la población de entre 12 y 18 años sufre o está en riesgo de sufrir trastornos de conducta alimentaria. Lo reveló Luis Rojo al término de su intervención en las jornadas de ayer y, según explicó, estas especulaciones se basan en el anterior estudio epidemiológico -realizado hace cerca de diez años- y en la percepción de los profesionales de que en los últimos años los casos de anorexia y bulimia «se han mantenido».

Por otro lado, en las décimas Jornadas Internacionales sobre Trastornos de Conducta Alimentaria Rojo avanzó que se abordarán «grandes técnicas nuevas» para combatir estas patologías con programas «dirigidos a la recuperación del paciente con trastornos de alimentación que se cronifican y presenta déficits cognitivos importantes». «Hay tratamientos que se dirigen ya no simplemente al aspecto nutricional, sino a las secuelas en el funcionamiento mental por desnutrición, que pueden ser permanentes», indicó el catedrático.

Sobre otros tratamientos, el experto señaló que para la bulimia nerviosa y el comportamiento del atracón se pueden utilizar tratamientos farmacológicos y para otros casos se utilizan técnicas motivacionales.

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