Un estudio de la Fundación HM Hospitales demuestra la eficacia de pruebas menos invasivas para saber lo que está ocurriendo a nivel genético en el interior del tumor

FUENTE: ABC

Hay órganos del cuerpo humano en los que hacer una biopsia —extraer parte del tejido para analizarlo— puede ser una intervención sencilla y sin riesgo. El cerebro no es uno de ellos. Por eso, a los pacientes con cáncer cerebral, solo se les analiza el tumor cuando llegan al quirófano para extirparlo. La biopsia ayuda a establecer el diagnóstico y el mejor tratamiento, pero después no se pueden hacer nuevas intervenciones para vigilar la progresión de la enfermedad.

Ahora una nueva investigación demuestra que un análisis de sangre puede ser suficiente para acceder a la información molecular del tumor cuando no se pueden utilizar muestras de tejido sólido. Lo han demostrado médicos del laboratorio de Neurooncología y Oncología Torácica de la fundación de Investigación HM Hospitales (FiHM). La investigación, publicada en la revista «Oncotarget», ha contado también con la colaboración de especialistas del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y La Fe, de Valencia.

Biopsias líquidas, la última revolución

Este análisis de sangre, en la jerga oncológica se denomina biopsia líquida, y es una de las pruebas que está revolucionando el tratamiento del cáncer; sin dolor para el paciente y con una información igual de valiosa que la prueba tradicional. Permite detectar fragmentos de ADN tumoral circulando por la sangre con rapidez y lo hace con un simple pinchazo en la vena de un brazo.

La biopsia líquida ya había demostrado su eficacia en tumores como el cáncer de colon o el de mama. Sin embargo, había dudas sobre si funcionaría en tumores cerebrales, protegidos por la barrera hematoencefálica. El nuevo estudio demuestra por primera vez que los resultados son muy parecidos a los que se logran analizando tejido sólido del tumor. A esta conclusión han llegado tras estudiar una colección de biopsias líquidas procedentes de 20 pacientes con gliomas de grado bajo y grado alto.

En el interior del tumor

Los resultados son «muy esperanzadores», en opinión de Ángel Ayuso, director de la investigación. «Podemos saber lo que está ocurriendo a nivel genético dentro de un tumor sin realizar una prueba agresiva», explica.

Esa información es clave porque hay tratamientos que pueden perder su eficacia debido a que aparece una nueva mutación que vuelve el tumor resistente a la terapia administrada. «En pacientes con tumores cerebrales no teníamos más opciones que esperar a que el tumor creciera y especular con el tipo de alteraciones que podrían aparecer al administrar un tratamiento. Estamos ante uno de los primeros trabajos que demuestra que se pueden detectar mutaciones de los gliomas, a tiempo real, a partir de una simple muestra de sangre», señala Ayuso.

Esta nueva prueba invasiva ayudará a evaluar la respuesta al tratamiento, así como la sensibilidad a medicamentos disponibles en el mercado a lo largo de la enfermedad. Se espera que pueda llegar a la clínica a corto plazo.

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